Básicos de la repostería: Así puedes preparar tu propia crema de chocolate

Ya estamos en el momento del confinamiento en que todos necesitamos chocolate en nuestras vidas para ser felices. Y ahora que ya están por empezar los calores, se antoja además chocolate frío. No, no es momento de revivir esa culpa de comer algo con un mundo de calorías. Es el instante para disfrutar lo que estás a punto de preparar, porque de verdad  esta es una delicia que merece la pena probar, ya sea en un descanso dietético, antes de iniciarla o ¿Por qué no?, después de terminarla.

Honestamente, el chocolate es uno de esos dulces que frío o caliente sabe bien y nos arregla el día sin  importar cómo esté servido, porque nació para hacer felices a las personas y su consumo en cantidades moderadas tiene un sin fin de beneficios, como la acción significativa de antioxidantes, protege contra la oxidación de LDL, quizá más que en otros alimentos y bebidas con polifenoles. Un tercio de la grasa en el chocolate viene en forma de una grasa saturada llamada ácido esteárico y una grasa monoinsaturada llamada ácido oleico.

Además, existe una creencia popular romántica, que identifica al chocolate como un afrodisíaco. Sin embargo, aún no hay prueba contundente de esto, más que el aumento simple y sensual del placer al consumirlo. También, gracias a la teobromina, que posee (Sobre todo el amargo o negro) le da la cualidad de actuar como un antidepresivo natural y con esta misma sustancia, podría prevenirse la tos persistente, incluso más que la medicación con codeína. 

¡Fuera complejos!

Y ahora que ya conoces más propiedades de las que te esperabas, la verdad es que seguro ya no tienes más remordimientos para recibir con las manos y boca abiertas, la siguiente receta de crema de chocolate, un básico de la repostería y esa que nos vuelve locos cuando vemos por fin un pastel de chocolate al que le escurre un líquido cafecito, que a todos o al menos a una buena parte de los invitados se nos antoja probar, pero por prudencia, no lo hacemos.

RECETA

¿Qué ingredientes necesitas?

• 4 yemas de huevo tamaño grande
• 120 gramos de azúcar (6 cucharadas)
• 3 cucharadas de harina de maíz o maicena
• 3 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
• 440 ml de leche
• 40 ml de nata líquida ligera
• Una pizca de pimienta negra

¿Cómo prepararla?

1. Tamiza la maicena para que no haga grumos, con ayuda de un colador. Este paso muchas veces nos lo saltamos y la diferencia se nota.
2. Separa las yemas de las claras, añade el azúcar y la maicena a las yemas, las claras las guárdalas para otra receta, por ejemplo de merengue.
3. Mezcla hasta lograr una crema homogénea a apunto de turrón. Puedes ayudarte de una batidora o con unas varillas de cocina.
4. Incorpora el cacao y mezcla también.
5. En un cazo pon la leche a calentar junto a la nata, cuando esté caliente, no hirviendo incorpora la mezcla de yemas y cacao poco a poco sin dejar de remover hasta que espese.
6. Cuando tenga una textura espesa, apaga el fuego verter la crema de chocolate en varios recipientes o conservar en un táper si es para rellenar un pastel.
7. Deja que se enfríe un poco y luego mételo a la nevera al menos una hora y media antes de servir.
8. Para decorar puedes rallar un poco de chocolate, añadir nata en spray o sencillamente una fruta como fresas, cerezas o arándanos.

Entre otros beneficios, el chocolate podría ser nootrópico y retrasar el declinamiento de la función cerebral ocurre durante el envejecimiento y tiene además  los niveles medios de plomo en muestras testeadas variaron desde 0.0010 a 0.0965 µg de plomo por gramo de chocolate, según un estudio de un equipo de investigación suizo de 2002 encontró que algunos chocolates contenían hasta 0.769 µg por gramo.

Además de lo antes mencionado, el chocolate  tiene azúcar, triptófano, un aminoácido esencial y precursor de la serotonina. Feniletilamina, un alcaloide endógeno algunas veces descrito como un químico del amor y cafeína, presente en cantidades bajas. Además, sí se considera un estimulante para humanos, sobre todo por la presencia de teobromina.