A mí parecer los atoles y champurrados son las bebidas perfectas. Esa textura espesa, llena de calor y sabor es algo que llega directo al alma y reconforta hasta el mal de amores más severo.
Y aunque existen algunas diferencias entre el atole y el champurrado, ningún mexicano ha pasado por este mundo sin al menos degustar y sucumbir ante sus encantos.
El día de hoy prepararemos un delicioso atole de avena, que es delicioso, perfecto para desayunar, y un abrazo para el corazón.
Ingredientes:
- ½ lt de agua
- 1 rama de canela
- 1 tz de avena natural
- 60 gr de azúcar
Procedimiento:
En un vaso de licuadora, molemos la avena. No importa que no quede totalmente hecha polvo, la textura siempre es importante y poder sentir trocitos es agradable.
A este polvo le añadimos la leche y mezclamos muy bien. Reservamos
en una cacerola alta, ponemos a hervir la canela y el agua, cuando se haya infusionado, añadimos la mezcla de leche y avena. Cuando rompa el hervor nuevamente, añadimos el azúcar y dejamos a fuego bajo sin dejar de mover para que no se pegue al fondo.
Cuando haya espesado lo suficiente, retiramos del fuego y servimos.