¿Tienes frío? No esperes a diciembre y prepara un exquisito ponche de piña con tejocotes

Olemos el ponche y casi automáticamente pensamos en diciembre o el crudo invierno que suelen pasar muchos lugares donde nieva. Y aunque aquí en la Ciudad de México nunca ha caído nieve, no estamos exentos de sentirnos como la vendedora de cerillos de los tristes cuentos navideños, es decir, a punto de morir con un cruel frío que envuelve a toda la ciudad. Sólo que ahora gracias al calentamiento global, no tenemos que esperar hasta Navidad para sentir un cruel frío. 

Y por esa misma razón, la verdad es que la vida útil de las recetas calientes es cada vez más larga, tan es así que con este huracán que está pasando por México,  ya parece que se nos adelantó el invierno, pues las lluvias de verano no cesan, pero calor no hemos sentido casi nada, debido al aire frío del que se acompañan cada una de las tormentas. Esto causa que nos den ganas de estar en casita, tomando té, café  y cualquier bocadillo caliente. 

Pero después de 5 días, cuando ya lo hemos probado todo, no nos queda más que empezar a pensar en esas recetas de bebidas navideñas, porque son calientes, pero nos resistimos a prepararlas por temor a hartarnos y quedarnos sin tomar algo así al final del año, sin embargo tenemos frío y cada vez nos parece menos descabellado hacer algo parecido, aunque no sea exactamente lo mismo para no profanar la Navidad. 

¿Por qué beber ponche de piña?

Afortunadamente hay una gran cantidad de variantes para preparar el ponche en México, por lo que podríamos tomar una de ellas y calmar nuestro titiriteo. Tal es el caso del ponche de piña con tejocotes del cual vamos a compartirte la receta para que le pongas sabor tropical a estos días lluviosos. Quizá no es lo más común que escucharás, pero tampoco sabe mal. Además, es super oportuno, porque  justo ahora estamos en plena temporada de piña. 

La piña es una de las frutas que más impresionó a los españoles cuando llegaron a América y las que llevaban a España eran sumamente codiciadas. De hecho hace más de 500 años era un símbolo de lujo y hospitalidad, pues de acuerdo a documentos históricos de Cristobal Colón, cuando la descubrió en 1493,  aseguró que su exterior era abrasivo y segmentado como las piñas de los árboles y del interior con una pulpa firme como una manzana y así nació su nombre en inglés "PINEAPPLE". 

Sin embargo las cosas no quedaron ahí, pues pasaron casi 200 años para que los jardineros europeos pudieran cultivarla en las condiciones de Europa, así que por eso era muy codiciada, pero nosotros los americanos, que la tenemos aquí de cerca, podemos disfrutarla y además aprovechar todos sus beneficios, como de sus propiedades antiinflamatorias, fibrosas y diuréticas, que sirven a nuestro cuerpo para bajar la inflamación del abdomen, mejorar la digestión y sobre todo, cuidar nuestro sistema inmune gracias a sus vitaminas y minerales. Así que ¡Toma nota!

Ingredientes

• 3 litros agua
• 2 clavos de olor o 1 trozo pequeño de raíz de jengibre (opcional
• 1 pieza canela en rama (10cm)
• 1 piña miel madura, pelada y picada en cubos pequeños
• 200 gr tejocotes limpios y cortados en 4 partes
• 1 pieza piloncillo o al gusto
• al gusto azúcar o edulcorante si es necesario

¿Cómo se prepara?

1. Pon a hervir el agua en una olla para 5 litros, agregar canela y especias por 5 minutos.
2. Añade las frutas y el piloncillo, cocina tapado unos 10 minutos o hasta que la fruta esté suave.
3. Luego de que te enamore el aroma, comprueba el dulzor y si es necesario agrega azúcar y hierve 5 minutos más.
4. Sirve y disfruta el sabor acidito y dulce a la vez.