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¿Cuál es el origen del carajillo? El coctel con café más popular

Te contamos la historia de una de las bebidas más famosas, claro el carajillo
lunes, 25 de enero de 2021 · 21:16

Algo que siempre nos viene después de una buena comida es un complemento para la sobremesa y poder tener ese "postre".  El Carajillo, es uno de los digestivos más populares de la vida y el mundo. Su sabor da una sensación reconfortante, que no cae para nada pesada al estómago y nos mantiene despiertos, para seguir con nuestras actividades de manera normal. 

Pero esto no ha sucedido siempre de la misma manera, la historia del carajillo y su origen, es completamente diferente y nosotros te contamos un poco de qué va. Aunque su nacimiento tiene diferente versiones, una de las más populares, sin duda esa es la que data de los tiempos revolucionarios en Cuba, cuando los soldados españoles, mezclaban brandy con café para darse “corajillo” y entrar en combate.

Otra versión,  que podría ser la más atinada, nos cuenta que según la Enciclopedia de Barcelona, relata que el Carajillo es invento de la comarca del Barcelonés que logró extenderse por toda España. Se dice que cada mañana, se les daba a los esclavos un carajo, es decir, un café con ron para motivarlos en sus jornadas laborales con alegría y energía.

La última hipótesis, que de la misma manera, nos remonta a Barcelona, dice que los trabajadores del transporte, no tenían tiempo de beber su café y su copa de licor por separado. Así que, la mejor solución, era que optaban por mezclarlos en un solo vaso, esto con el fin de llegar puntuales y tomar su bebida sin interrupciones. Se cuenta qué, mientras disfrutaban de su bebida decían: "Que Ara Quillo", que en catalán significa "Que me largo". Si lo analizamos, la pronunciación sería muy parecida a la palabra que tanto conocemos como: Carajillo

Sea de Barcelona, Cuba o de la misma china, no importa cuál sea el verdadero origen, no podemos negar, que ha sido una de las mejores creaciones del hombre, y de las mejores herencias, que nos dejaron. Que por mucho que pasen los años, siempre existirán razones para disfrutar de un buen carajillo.