¿Cómo cultivar la menta en macetas? Sigue estas recomendaciones

Ahora que ya nos acostumbramos al frío de invierno, definitivamente estamos volviendo a nuestras actividades y una de ellas seguro es retomar nuestro huerto urbano, que seguro sólo salíamos a regar y nos regresábamos a guarecer en casa lo más rápido posible. Sin embargo, lo cierto es que ahora que ya se han ido los días más fríos, pues conviene retomar las actividades, como los cultivos y sembradíos. 

Y entre una de las plantas que puedes cultivar desde ahora está la menta, una planta que sirve mucho, ya sea para las infusiones, cocteles y hasta los remedios o algunos postres, por lo que siempre es una buena idea que la tengamos en casa y por esa razón es que hoy queremos compartir contigo nada más y nada menos que algunas recomendaciones para cultivarla en una maceta de tu casa.

Lo primero que tienes que saber es que la menta es una planta que demanda mucha iluminación y espacio, porque algunas de sus variedades crecen de manera lateral, aunque te recomendamos elegir la que pueda hacerlo de manera horizontal, como cualquier otra plantita. Su desarrollo necesita muchos nutrientes de manera constante, así como un buen abono orgánico y una temperatura entre 15ºC y 20ºC.

1. Elige una maceta adecuada

Una vez que sabes lo de la temperatura y manera en que suele crecer la menta, te recomendamos elijas bien su maceta. Te recomendamos sea una de unos 20 centímetros de profundidad para que crezca bien. También es importante que hay un buen drenaje para que no se encharque, porque si no, se seca. 

2. Riego regular y abundante

Para que la menta crezca, es necesario que su riego sea regular y abundante; principalmente en su época de desarrollo durante la primavera y verano. Cuando la riegues, puedes usar algún fertilizante que le aporte los nutrientes que necesita durante la época de crecimiento, para que no atrase o adelante su floración. 

3. Pódala

 Dado el crecimiento horizontal, es importante que la podes para que puedas controlar su tamaño, porque de lo contrario, se extenderá y será mucho más difícil controlarla. Además, con la poda, se favorece el proceso del crecimiento de nuevos brotes y las próximas floraciones.