Así puedes deshidratar las frutas de forma correcta, sigue estos tips

Deshidratar es un método de conservación de alimentos, de hecho es uno de los más antiguos creados por el hombre y consiste en eliminar el mayor porcentaje de agua que contiene el producto, dejando entre 4 y 8 por ciento de su hidratación total con el fin de evitar la actividad enzimática, el desarrollo de microorganismos, bacterias o sufran oxidación, y de esta manera, alargar su tiempo de vida útil.

Si el proceso se realiza adecuadamente, se puede proteger el valor nutricional del alimento y sus características organolépticas, es decir, sabor, color, olor y textura, además de que, si bien se pierden nutrientes según el proceso que se siga, los restantes quedan concentrados y por ello, aumenta su valor energético, minerales y antioxidantes. Por ello, aquí te decimos cómo puedes deshidratar las frutas de forma correcta.

Tener frutas o incluso verduras deshidratadas en casa le da un valor agregado, pues sirven como snacks saludables, permite disponer de alimentos vegetales durante todo el año y evitar el desperdicio o la pérdida de excedentes de producción o consumo, también le ayuda a las familias a emprender microempresas e incluso a impulsar la economía regional, sin perder el valor nutricional que representan estos alimentos.

Cómo deshidratar fruta

• Elige las frutas

Este punto es clave, cuando eliges las frutas en su punto de maduración óptimo se consigue un mejor resultado, y de preferencia que tengan una buena apariencia.

• Elimina imperfecciones

Si la fruta tiene partes dañadas lo mejor es retirarlas, al igual que las partes más fibrosas y el corazón o donde se encuentra la semilla de la fruta.

• Corta la fruta

Lo mejor es usar una mandolina para tener cortes similares y limpios, si lo haces con cuchillo procura que no tengan un grosor mayor a 3 centímetros o menor a 5 milímetros.

• Prevén la oxidación

Una vez cortada la fruta, métela a un bowl con agua suficiente para cubrirlas y agrega jugo de limón (aproximadamente 100 mL por cada litro de agua), deja que reposen de 10 a 15 minutos. Pasado ese tiempo retira y seca con papel absorbente.

• No mezcles

Una vez que empieces a colocar la fruta en las rejillas, sólo coloca un solo tipo de fruta, pues al mezclarlas podrías provocar un intercambio de microorganismos. Tampoco es bueno amontonarlas, ya que esto no permite una correcta deshidratación.

• Secado al sol

Extiende la fruta en las rejillas y cubre con una tela fina o mosquitera, como la manta de cielo. Deja en un espacio totalmente limpio. donde reciba los rayos de sol directos y la temperatura sea mayor a 29 grados C. Cuida que haya circulación de aire también debajo de la rejilla, dale la vuelta cada 12 horas y espera de 2 a 5 días, hasta que la fruta se vea totalmente seca.

La desventaja de este proceso es que hay menos control de higiene, por ello, debes ser muy cuidadosa en este tema.

• Secado en horno

Prende el horno entre 40 y 47 grados C, pero no más de 55 grados C, ya que a esta temperatura se destruyen los nutrientes. Mete la rejilla con la fruta con la puerta entreabierta (de 5 a 10 centímetros), de forma que saldrá la humedad. De ser posible usa el ventilador del. horno para que haya circulación de aire y voltea cada 20 minutos para asegurarte de que tenga un secado uniforme.

El proceso total puede variar entre 2 y 4 horas, dependiendo de la fruta y la humedad en el aire, la desventaja es que el calor debe estar bastante controlado para no perder los nutrientes.

• Secado en microondas

Coloca la fruta sobre el plato giratorio del horno de microondas (cuidando que esté perfectamente limpio), sin amontonar, mete por 30 a 45 minutos en función de descongelado. Puedes voltear la fruta cada 10 minutos. La desventaja de este proceso es que si no pones atención, tu fruta podría terminar quemándose.