No compres el pollo si detectas estos detalles, podrías poner en riesgo tu salud

El pollo es uno de los alimentos que más se consumen en nuestro país, debido a sus aportes nutrimentales y su bajo costo, siendo este, una de las proteínas que se utilizan con mayor frecuencia para preparar distintos platillos. Incluso, si después de elaborar la receta inicial como el caldo de pollo, las piezas sobrantes se suelen utilizar para preparar otros antojitos como taquitos, chilaquiles o flautas de pollo.

Al realizar las compras de la despensa casi siempre se incluye en la lista una proteína animal, ya sea que acostumbres a adquirir el pollo fresco en algún local cerca de tu casa o en el supermercado, es importante tener en cuenta algunas características de su presentación antes de comprarlo. Aquí te contamos de algunos detalles que no debes dejar pasar.

Apariencia

Aunque este es uno de los puntos más básicos al momento de elegir las piezas de pollo que queremos adquirir, hay que prestar mucha atención en la apariencia que el pollo tiene. El color de su carne debe ser uniforme, no debe de presentar golpes o tener manchas con tonalidades similares a un hematoma.

Firmeza

Una vez que observaste que la pieza de pollo de tu elección no contiene golpes o manchas moradas o rojas, es momento de explorar la firmeza de su carne, esta no debe estar seca, por el contrario, debe sentirse ligeramente húmeda. Si detectas que la carne está pegajosa es mejor no adquirir esa pieza, ya que puede estar en proceso de descomposición.

Olor

Al elegir la pieza de pollo es importante poner atención al aroma de la carne, si detectas que su olor es desagradable o como amoníaco es mejor no llevarte esa pieza a tu casa. A pesar de que el aspecto sea agradable a la vista, si su olor es extraño y muy penetrante, puede indicar que el pollo no esté en condiciones de consumo.

Color

Si vas adquirir pollo fresco el color de este debe presentar una tonalidad rosada con algunas vetas de grasa blanca, si percibes que su color es ligeramente gris o verdosa es probable que esté a punto de entrar en un estado de descomposición.

Recomendaciones generales

Ahora bien, para las piezas que se adquieren en supermercado es importante que revises que esté en refrigeración, la temperatura ideal para una buena conservación debe ser menor a los 4ºC, ya que si se encuentra a temperaturas altas es probable que crezcan microorganismos. No adquieras paquetes de pollo que su aspecto se vea inflado. Si quieres conocer más sobre algunas recomendaciones de un experto consulta el siguiente enlace.