Caldo de pollo, el remedio natural para contrarrestar los síntomas de la gripe

“Un buen caldo resucita al muerto”, una de las frases más comunes dentro de la cultura mexicana y no es para menos pues durante años un rico caldo de pollo ha sido el aliado perfecto para aliviar algunas de las enfermedades. Y es que cómo olvidar el rico caldo de pollo de mamá o la abuela cuando tenemos gripe, un delicioso platillo que además de ayudarnos a sentirnos mejor es como un abrazo tibio que nos reconforta. 

Pero no se trata de una simple coincidencia, pues un rico caldo de pollo preparado con la pieza del pollo que más te gusta y unos cuantos huesos, son la mezcla perfecta de amor y vitaminas para aliviar cualquier malestar. Además es perfecto para esta temporada en donde las temperaturas comienzan a bajar o el clima es muy cambiante y el cuerpo está mucho más expuesto a contraer cualquier enfermedad respiratoria.

Beneficios del caldo de pollo

* Es de fácil digestión, y si está hecho con algunos huesos, la gelatina que se forma es perfecta para retener los jugos digestivos que mejoran la digestión. 

* Reduce el dolor articular y la inflamación gracias a su contenido de sulfato de condroitina y glucosamina, provenientes del cartílago del hueso de pollo. 

* Ayuda a conciliar el sueño debido a su contenido de glicina que tiene un efecto calmante en el cuerpo.

* Sus propiedades medicinales ayudan a combatir los síntomas comunes de la gripe, eliminando el dolor del cuerpo, cabeza y hasta el exceso de mucosidad. 

* Su alto contenido de calcio y magnesio te ayudará a fortalecer tus huesos y evitar fracturas o hasta reducir las posibilidades de padecer osteoporosis. 

* Te brinda una sensación de paz ya que el calor de la sopa en combinación con las verduras, nos da una sensación de relajación. 

Caldo de pollo 

Ingredientes:

4 piezas de pollo, las que prefieras

200 gramos de huesos de pollo

2 zanahorias picadas en cubos

2 papas medianas picadas en cubos 

1 chayote picado en cubos

2 calabacitas en cubos

¼ de cebolla

2 litros de agua

Sal al gusto

Limón al gusto 

Preparación: 

Lava muy bien las piezas de pollo y retira la piel si quieres un caldo sin tanta grasa. Coloca en una olla amplia las piezas de pollo limpias y vierte el agua junto con la cebolla y una pizca de sal al gusto. Deja cocinar a fuego medio durante unos 20 minutos y enseguida agrega las zanahorias, chayotes y papas, que son las verduras que más tardan en cocinarse. Sigue la cocción por otros 5 minutos. 

Pasado el tiempo, agrega las calabacitas a la olla, tapa y baja la flama del fuego. Sigue con la cocción durante 10 minutos más. Comprueba que las verduras estén muy tiernas y que la sazón sea la correcta, de lo contrario puedes dejar cocinar por 5 minutos extra y añadir un poco más de sal. Sirve en un plato y acompaña con un poco de jugo de limón. Disfruta al momento.