Mojito de jengibre, aprende a preparar este delicioso coctel para el fin de semana

Es casi imposible no probar un buen mojito y no pensar en Cuba, ya que se trata de uno de los tragos más populares de la isla que por fortuna podemos preparar de forma muy sencilla, además que puede ser servido en cualquier época del año. "Mi Daiquirí en El Floridita y mi Mojito en La Bodeguita", una de las frases del escritor Ernest Hemingway que destacó la popularidad de esta bebida y por supuesto atrajo la atención de los nacionales y extranjeros a estos dos restaurantes que se convirtieron en un emblema turístico del país. 

Su nombre proviene del condimento o aliño cubano conocido como mojo, el cual es preparado a base de lima. Son varias las versiones que se cuentan sobre la creación del mojito, una de las cuales señala que este trago comenzó a prepararse a finales del siglo XVI por el corsario Sir Francis Drake, quien elaboró una bebida con una mezcla de aguardiente de baja calidad, con azúcar, limón y menta. Esta preparación era muy usada en los tiempos de piratería ya que lograba combatir los males estomacales, prevenir el cólera y refrescar el cuerpo del intenso calor de las Antillas. 

Incluso se dice que esa bebida era muy usada por los marinos para combatir enfermedades como el escorbuto, sin embargo, para 1860 el aguardiente fue sustituido por el ron, un licor mucho más refinado y añejado, al que se le fueron agregando ingredientes como hierbabuena o menta, azúcar, zumo de lima, ron, hielo picado y soda. Así que ahora que conoces un poco más de la historia del mojito, aquí te dejamos la receta del mojito con jengibre para que la disfrutes en casa. 

Mojito de jengibre

Ingredientes: 

5 hojas de hierbabuena

1 cucharadita de azúcar

1 cucharadita de jengibre rallado

1 limón 

10 mililitros de ron blanco

1 taza de agua mineral

Hielo al gusto

Preparación: 

En un vaso para mojito o en un vaso pequeño, agrega las hojas de hierbabuena previamente lavadas y desinfectadas, así como el azúcar y el jengibre. Con ayuda de un mortero machaca por unos segundos para que el hierbabuena y el jengibre suelten sus jugos, pero sin llegar a deshacer por completo las hojas de hierbabuena. 

Vierte un par de cubos de hielo y enseguida el ron, así como el jugo del limón. Termina de llenar con el agua mineral y revuelve un poco con ayuda de una cuchara o un popote. Disfruta de inmediato.