Te enseñamos a maridar vino como un profesional con estos sencillos consejos

El vino es una excelente bebida para acompañar una gran variedad de alimentos o para disfrutar durante una celebración especial. Hay rosados, tintos, blancos, existe una gran diversidad de vinos, por lo que saber cómo degustarlos y con qué alimentos hacerlo puede no ser una tarea sencilla si no tienes mucho conocimiento en la materia. 

El vino es una bebida con muchísimos años de historia detrás. Esta exquisita bebida, que se fabrica principalmente con uvas, aparece en diversos pasajes de la Biblia e, incluso, en Egipto, Roma y Grecia, se le rendía culto a Baco y Dionisio, dioses del vino y la fertilidad. Entrevistamos a Daniel Trejo, embajador de marcas de vino para la Madrileña y vocero en México de Viña Tarapacá, quien nos dio algunos tips para maridar vino como un profesional. 

El maridaje, mucho del sentido común 

Suele pensarse que el maridaje es sólo para aquellos expertos en vinos; sin embargo, tiene mucho sentido común. Un punto básico para lograr un maridaje perfecto es la intensidad de sabores tanto de los alimentos como del vino, pues eso te ayudará a decidir con qué platillo acompañar cada tipo de vino. 

Entre más graso, más robusto el vino 

Cuando buscamos maridar un vino tinto, la mayoría de las veces recomiendan hacerlo con carne, pero existe una gran diversidad de carnes de varios animales y cortes con los cuales lograr un buen maridaje. Entre más grueso es el corte de carne, lo ideal es buscar vinos más robustos. 

¿Y la pasta? 

Si contrario a una carne grasa, se degustará un platillo como pasta, pescados grasos o carnes magras, lo ideal es buscar un vino cabernet. Para acompañar mariscos, paellas o platillos de sabores más sutiles, el chardonnay es una excelente opción. 

Los vinos y su preocupación por la biodiversidad  

De acuerdo con Daniel Trejo, son cada vez más los productores de vino que se preocupan por cuidar la biodiversidad del ecosistema en el que se produce el vino, pues buscan cuidar el equilibrio del viñedo y el ecosistema natural, lo cual se refleja significativamente en la calidad del vino y en su producción. 

Un ejemplo del cuidado del medio ambiente es el que realiza Viña Tarapacá, un viñedo chileno que tiene la virtud de ser una zona que no requiere demasiadas intervenciones del ser humano que rompan con el equilibrio entre la producción y el ecosistema, por lo que las uvas con las que realizan sus bebidas son “uvas sanas”.