Opinión

Nube Viajera: En México, el ombligo de la luna

El momento es ahora, el momento de sacudir la escena gastronómica mundial a través de actos, declaraciones, manifiestos, proyectos y provocaciones es sin duda mexicano
viernes, 10 de enero de 2025 · 01:35

Esa fue la primera vez que visité Copenague. José mi amigo me hospedó en la residencia de la Embajada y fui a tierras nórdicas, primero, para aprender de la experiencia de promoción de destino gastronómico de por allá (vaya que lo hicieron bien), y segundo y muy significativo, asistir a MAD, aquella carpa de circo roja que diseñó y echó a andar tremendo personaje y dentro de la cual se hablaba de soba, de jiu jitsu, de ego, de cocina siciliana, de México o de ingredientes filipinos. Se hablaba de todo, se hablaba inteligente. 

Y en eso ando piense y piense. MAD vuelve en mayo como uno de los grandes eventos de pensamiento de cocina y comida en el mundo y estaremos muchos a los que nos mueve, interesa, ocupa o da morbo, sí, pero sigo pensando, ¿y México?, ya toca hacer lo propio. 

Es que tenemos tanto que transmitir, desde la tradición menonita o la de la migración rusa o china hace un siglo y más, hasta la herencia oral mixteca, las historias detrás de las tortitas de ahuautle, el maíz y la milpa como eje trasversal, los panes de fiesta o el vínculo del pulque con el sacrificio en el templo de Huitzilopochtli. Es que México somos tanto. 

El sensei -así le decimos en casa- lo hizo en su momento como nadie, con energía incansable, recursos siempre escasos y mucha inteligencia y temita de qué hablar. Mesamérica fue quizá el congreso de gastronomía más importante del mundo. Sí MAD, sí lo que hacen en el Basque Culinary Center, a veces Madrid Fusión, en su momento Mistura y la fuerza peruana, pero lo de acá fue punto y aparte. Enrique ya lo hizo y honor a quien honor merece. ¿Quién sigue?, ¿quién se apunta y por qué?, yo soy alfil, peón y reina y armo una locomotora que le de vida, solo necesito voces valientes. Sí un personaje que convoque con sabiduría y con propósito a pescadores del Golfo, a productores de vino o de sake, a cocineras tradicionales africanas, colombianas o yucatecas, a los argentinos, a los australianos, a los estudiantes, a las non profits, a los proyectos que quieren erradicar el hambre, a los necios que buscan salvación en el mar como Angel de Aponiente, a todas las listas nos gusten o no nos gusten, a todos los medios los leamos o no los leamos, a los niños, a los sabios y a los chamanes. México tiene que seguir hablando muy fuerte no solo porque nobleza obliga, sino porque el planeta entero quiere saber de nosotros, estar con nosotros, comer con nosotros, abrazar lo que somos, como somos, darnos una probadita pues. El momento es ahora, el momento de sacudir la escena gastronómica mundial a través de actos, declaraciones, manifiestos, proyectos y provocaciones es sin duda mexicano. Suelto una madeja de estambre y que comience a dar vueltas. Que se sientan aludidos los que quieran y tengan el tamaño, ergo, el, la o los mejores cocineros del mundo, mexicanos, profundamente enamorados del país. Simposio, cónclave, seminario, congreso, borlote, le toca a México, incomódense señoras y señores, toca.