Opinión

Copaparlante: Zona segura

En el mundo del vino también existe la zona de confort y debemos salir de ella. este lugar seguro impide conocer nuevas regiones vinícolas
viernes, 27 de septiembre de 2024 · 01:32

Todos tenemos un vino que “nunca falla”, una uva que nos gusta o una etiqueta “queda bien”. Sin embargo, son estos lugares seguros los que nos alejan de aprender más y hacer crecer nuestro paladar.

Comencé a pensar en ello después de un día de servicio en el restaurante. Me había topado con varios comensales que optaron por elegir la misma botella de siempre. Esa que, casualmente, ocupa el primer lugar en la lista de las más vendidas y que pedimos por cajas para que nunca falte. Sin embargo, en un lugar que tiene más de 200 etiquetas y un sommelier ayudando a los comensales con la selección, me parece sorprendente el fenómeno.

En psicología, la zona de seguridad o confort es un estado de la mente en el que una persona se siente cómoda y segura en su entorno conocido y familiar. Son rutinas, comportamientos y actividades que se vuelven predecibles para el individuo y que, por lo tanto, lo hacen sentir seguro.

No quiere decir que sea negativo, sencillamente es un mecanismo que puede limitar el crecimiento y el impulso por explorar nuevas experiencias.

En el caso del vino, este lugar seguro impide conocer nuevas regiones vinícolas, cepas o etiquetas; sencillamente porque al aferramos a lo que ya conocemos, nos aleja de nuevas ideas y de la oportunidad de probar algo que, sin duda, puede sorprender.

Esta limitación auto impuesta, al momento de ver la carta de vinos, no es fortuita, es la forma de enfrentar el temor a equivocarnos o a que algo nos desagrade. Es el miedo a fracasar.

Sin embargo, debemos intentarlo, de lo contrario nos perdemos la posibilidad de conocer nuevos proyectos y tendencias que el mercado tiene.

Salir de la zona segura es indispensable para ampliar el paladar y el espectro olfativo. Sí, puede ser que al hacerlo encontremos una botella que no nos guste, pero ese fracaso momentáneo es indispensable para aprender.

Calcular el riesgo es una forma de salir de la zona segura sin morir en el intento. La idea es explorar cuando la posibilidad de riesgo sea mínima. Por ejemplo, puedes elegir hacerlo en un restaurante donde exista personal capacitado (sommelier) para orientar en el camino; leer de la etiqueta antes de comprar, o simplemente, dar un salto pequeño dentro de la misma región, pero con otro productor.

En el vino, salir de la zona de confort es fácil. Sólo se requiere determinación y saber que: si la botella no gusta, seguro la segunda será mejor.