Opinión

Copaparlante: Y me hicieron hablar

Siempre hay un diálogo interno en torno a una copa de vino, pero también lo hay con una cerveza, con un mezcal, con un tequila, con una comida, con un antojo… De eso parlará la copa en esta columna. De todas las conversaciones y conocimientos que hay detrás del beber ser y del buen comer

Copaparlante: Y me hicieron hablar
Copaparlante Arisbeth Araujo Foto: Alfredo Pelcastre

El vino también se habla y te hace hablar. No imagino una copa de vino sin una conversación. Incluso, cuando decidimos descorchar una botella para nosotros mismos, conversamos. Siempre hay un diálogo interno en torno a una copa de vino, pero también lo hay con una cerveza, con un mezcal, con un tequila, con una comida, con un antojo…

De eso parlará la copa en esta columna. De todas las conversaciones, ideas, historias, anécdotas y conocimientos que hay detrás del beber ser y del buen comer.

A través de las letras conversaremos con los lugares (regiones productoras, bodegas, restaurantes, eventos); las personas (productores, cerveceros, cocineros, comensales); los objetos (botellas, cristalería, bebidas, ingredientes) y las abstracciones (aromas, sabores, colores).

Hablaremos de temas que resuenan entre los expertos, pero también dejaremos reflexiones que surgen entre quienes solo buscan disfrutar. Aquí, daremos voz a lo que se nos antoje. Y hoy, abrimos la conversación.

Si de españoles se trata…

Para empezar (ya basta de introducciones), hablemos un poco de nuestro gusto por los españoles. Es una realidad que los vinos de este país siguen siendo de los consentidos entre los consumidores mexicanos. Es verdad, hoy se toma más vino mexicano; el mercado francés, italiana y alemán ha crecido; y se tiene un constante acercamiento con los vinos del Cono Sur, pero los españoles no dejan de ser parte de una cultura gustativa heredada. No dejan de ser el recuerdo de las mesas en familia y el cruce histórico que hacen nuestro mestizaje y marcan nuestro paladar.

Sin embargo, vale la pena conocer qué más ofrece el mercado vinícola español y ver más allá de las uvas Albariño y Tempranillo. Alejarnos de esa zona de confort y probar nuevas uvas, más propuestas y todo eso a lo que tenemos acceso por vivir en la CDMX.

Hoy, que estamos de estreno, se me antoja recomendarles un evento que muestra 45 bodegas españolas que llegan al país.

Tierras de Uvas, una de las importadoras que hace curaduría de vinos, cumple 21 años (tarea que no es nada sencilla), y lo celebra descorchando más de 450 etiquetas.

El festejo es el domingo 19 y el lunes 20 de este mes, en la calle de Sinaloa de la colonia Roma. Vienen 12 bodegueros que viajan ex profeso para contar de su producto y enamorarte más del vino español. Mientras lo hacen, podrás picotear un par de cosas hechas por tres vecinos de la tienda de Tierra de Uvas y cocineros mexicanos: Rafa Zaga de Galea, Oswaldo Oliva de Lorea y Daniel Nates.

Este evento, como muchas cosas que tiene la CDMX, vale la pena para explorar bodegas, uvas y proyectos que nos hagan ampliar nuestro paladar vinícola.

Si le interesa, acá les dejo un WhatsApp (55 6454 5730) donde pueden ampliar la información.

Arisbeth Araujo /@ArisbethAraujo es periodista gastronómica y sommelier en Zeru Lomas.

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