Recientemente hice un viaje de tres semanas y regresando comprobé lo que ya sabía. ¡Hay equipo! Es la primera vez en mi carrera, que el performance del equipo es tan bueno que no he tenido que llegar a ajustar mil tuercas a mi regreso. Ya me imaginaba que estaría muy contento, pero no dimensioné a qué grado.
Es muy norma en esta industria (en muchas otras también), que luego de un viaje largo uno tenga que llegar a enderezar un poco el timón del barco. Sin duda así ha sido en absolutamente todos los viajes que he hecho en mi vida, a veces son pocas tuercas, a veces son más. Esta vez y sin que haya sido sorpresa alguna, fue la excepción. Repito ¡Hay equipo!
El teambuilding es, sin duda, la parte más difícil en cualquier proyecto. Puedes, tener la mejor idea, el mejor producto, la mejor ubicación, pero si no tienes un equipo que te ayude a llegar a buen puerto, no hay forma de que todas esas cosas te lleven a él por sí mismas. Siempre, si o si, necesitas un grupo de gente que te ayude a llegar y si quieres llegar lejos, necesitas un gran equipo, mismo que sin duda tenemos aquí.
No hay una receta secreta para armar un equipo de trabajo sólido, es más, el mismo equipo un día puede no parecer tan sólido, luego, con unos retoques puede terminar siéndolo.
En mi opinión, para lograrlo deben entrar en juego muchos factores, entre los más importantes, tener mucho feeling en las contrataciones y en el manejo del día a día, fijarte bien las personalidades de cada miembro e ir cubriendo las vacantes con personalidades que aporten equilibrio y solidez. Súper importante saber cortar a tiempo a la gente tóxica. Ya de ahí es un tema de trabajo constante y permanente, de capacitación, de coacheo, de estar con ellos en la trinchera y de crear confianza, confianza que vaya de ida y vuelta, jamás unilateralmente.
En conclusión, el arte de armar equipos es justamente eso y así como no hay una receta mágica, ni que se adapte siempre a todos, tampoco se trata de poner un cohete en la luna.
Como todo en la vida, una parte la tienes que traer y otra la vas desarrollando y la única forma de pulirte bien es probando; acierto y error y sin miedo, que metiendo la pata es como se aprende, solo acuérdate que, así como te tienes que tener paciencia a ti mismo, también tienes que saber tenérsela a tu gente y a veces a tus jefes, porque nadie nace sabiendo, ni nadie se las sabe todas. Así que ojo que para eso son los equipos, para apoyarse entre todos y tener la fortaleza de muchos en cada uno de nosotros.
¡A darle!