Opinión

Copaparlante: Tiempo de brindar

Pareciera que hablar de vinos espumosos, es hablar solamente de Champagne. La realidad es que no debería ser así
viernes, 6 de diciembre de 2024 · 01:35

Los espumosos son los reyes de esta temporada. Es verdad que podemos beber cualquier bebida para festejar el cierre del año, desde una cerveza hasta un destilado, pero los vinos espumosos son los que nunca pueden fallar.

Sin embargo, pareciera que hablar de vinos espumosos, es hablar solamente de Champagne. La realidad es que no debería ser así.

El Champagne, probablemente es el más vistoso de los espumosos. Aceptémoslo, a todos nos gusta deleitarnos con este vino francés durante toda la temporada navideña. Sin embargo, existen joyitas en el mercado que son igual de buenas, tienen la misma calidad (algunas veces tienen mayor calidad que ciertas champañas comerciales) y al no ser tan populares, suelen tener un valor más accesible.

Empecemos por hablar de los Cremants. Son los otros vinos espumosos hechos bajo el método tradicional (con una segunda fermentación en botella, como el Champagne) que se producen en Francia. Loira, Borgoña, Burdeos y Alsacia son los principales productores. En la CDMX se encuentran de la región de Borgoña. De mis consentidos son el Crémant de Bourgognede Domaine Chermette o el Sauvage Cremant D’Alsace de Joseph Cattin. Ambos secos, vibrantes y con sabores a bollería.

Luego, tenemos los Corpinnats, una marca colectiva de vinos espumosos elaborados en el Penedès, en Cataluña, España. Estos vinos también son hechos bajo el método tradicional; con uvas ecológicas y de recolección a mano. Llopart y Gramona son marcas de excelente calidad, pioneras en la región de Corpinnat que se encuentran en México y que compiten con más de un champagne.

Por último, y no por ello menos sobresalientes, son los Franciacortas. Vinos producidos al norte de Italia en la región de Lombardia. Al igual que el Cremant y el Corpinnat, se elaboran bajo el método tradicional. Estos no son tan populares como el Prosecco, porque son vinos menos accesibles, de alto costo y que llegan poco a México; sin embargo, garantizan producciones pequeñas con métodos de cultivo orgánicos y con tiempos prolongados de guarda. Igualito que el Champagne.

En México hay algunas referencias, las imperdibles son las de Bellavista (la rosada es magnífica) y las de Ricci Curbastro. Existen más, pero estos son suficientes para atreverse a probar algo más que un Champagne.