Opinión

Nube Viajera: Acurrucarse

Todos estos días me senté al pie de la ventana para ver el amanecer en ese lugar que ya siento mío. Como las cosas que me gustan y saben rico, las hago mías
viernes, 20 de diciembre de 2024 · 01:32

Me estoy acomodando, así lo siento. Me acomodo en proyectos y me gusta eso, viene un año que comienza temprano con metas emocionantes, nuevos proyectos, impulso profesional, crecimiento, estoy bien contenta en ese sentido, cómoda siendo éste un adjetivo súper positivo. Porque acá todo positivo.

Me acomodo también por dentro, duermo muy bien, siento el poder y bondad de pastillitas que ahora me protegen, aprendo a conocerme así, me siento fuerte en alma y esqueleto, me siento animada y animosa.

Todos estos días me senté al pie de la ventana para ver el amanecer en ese lugar que ya siento mío. Como las cosas que me gustan y saben rico, las hago mías. Una vista a las Rocallosas, un room service glorioso, cafecito caliente, a veces croissant, un gran Negroni en las noches, baños en tina diario, eso me dio entre otras cosas el Hotel Jerome, quien, como yo, se entusiasma por comer bien siendo amigo de cocineros y de México.

Así me acurruqué también en esa ventana con el solecito, bueno, y en ese bar, y en ese Pop up, ah, y muy acomodada me sentí también con ese Viña Tondonia del 73, gracias Patrick, felicidades Wero, efectivamente, tenemos floja la misma muela. Qué rico.

Y se acerca el fin de este año aventuroso y de aprendizaje, y pienso: qué fortuna por muchas cosas. Qué fortuna que me emociono con las cosas que me emocionan y con la gente que me emociona.

Qué fortuna dar, quitar, regresar, ofrecer, compartir, cuidar, probar, querer, catar, planear, soñar, inventar, comenzar, seguir, frenar, agradecer, qué fortuna todo ello. Qué fortuna estacionarse en paz, en la paz, y con paz, en todos los entendimientos posibles de la frase. En todos.

Este fin de semana hay que hacer cranberry, buscar las papas más ricas para el puré que les gusta a las niñas, encontrar la más fina y sabrosa de las mantequillas y encargar buen pan. Acomodarme con mi tribu y acomodarnos todos. Conjugar el verbo gracias a la vida, todos los días, todo el tiempo. Y reírme de mí misma, que es motor de vida. Acurrucarse.