opinión
Nube viajera: Aprendo de mí
Otra vez, como conmigo desde hace ocho años, mis amigos de The World´s 50 Best Restaurants visten a una ciudad de luces y de saborSe siente muy lindo sentirse querida. Tantísimos mensajes de agradecimiento, de amor, de simplemente “haces muchísima falta”, sí tienen un alto grado de nutrición. Es muy lindo sentirse tan querida.
A los que les conté lo saben, escuché mi cuerpo y elegí la paz de mi casa versus la vorágine que echaron a andar los que saben de promoción del país en Río de Janeiro. Y sé que lo hicieron muy bien. Primero, la ciudad es hermosa; el carioca, cachondo y sabroso, pero, sobre todo, porque supe todos, todos los detalles. El vestido de Rosa que lució como lo que es, una reina; el champagne que se tomaba en la alberca del Copa atiborrada de cocineros de los restaurantes en los que se comió muy bien y en los que se comió muy mal. Otra vez, como conmigo desde hace ocho años, mis amigos de The World´s 50 Best Restaurants visten a una ciudad de luces y de sabor. Me ha tocado verlo muy de cerca, me emociona saber que vuelven pronto a México -ya les llegará el chisme-; su lista -que no es para todos los gustos-, a mí me parece un productazo, y no, no me gustan todos los restaurantes que están en ella.
América Latina se reunió para celebrar el acto de comer bien, de comer rico, de comer juntos y, la mejor noticia es que a México le fue mejor que ningún otro país. Diez restaurantes mexicanos pertenecen a los primeros cincuenta y siete más se ubican entre el 51 y el 100. Se dice fácil pero hay un mundo de talento, de trabajo, de emoción, de energía y de ganas detrás de cada uno de ellos. Felicidades señoras y señores. Mi parrilla consentida ganó el número uno, no es la primera vez y pensé que nunca más sucedería. Facu, Guido y Pablo, qué pinche orgullo, los veo en la que sé que es mi casa ya muy pronto.
Me siento inmensamente satisfecha de mi granito de arena en todo esto. A mí me pone la piel chinita no solo un buen bocado, sino el esfuerzo y el trabajo que adoro hacer por mi país, lo que se aprende de ello, lo que crezco haciéndolo, lo que me falta aún por conquistar, por proponer, por promover, por engrandecer, por comunicar, por contar, lo que me falta por ver. Quiero que el mundo entero sepa de cocina michoacana, tampiqueña, ensenadense, veracruzana, nayarita; quiero que en el planeta se venere el buen tequila, el vino mexicano, los atunes de nuestros mares, los erizos, los pargos y los percebes. Quiero contar muy bien la historia de Coahuila, de Chihuahua, de Jalisco -y lo que nos espera por allá, agárrense-, de Puebla, de Guanajuato, de Oaxaca y de Nuevo León.
Me siento muy, muy orgullosa de haber hecho una sana pausa, me sirvió, me ayudó a sanar, me enseñó mucho de mí, me encontré bonita, me encontré querida, me gusté mucho. Felicidades a ti también Valentina, es de sabios cambiar de opinión. Felicidades cocineros latinoamericanos, a todos, felicidades a los cocineros mexicanos, con o sin premio, dentro o fuera de una lista, eso no importa, lo que es relevante es ser cocineros mexicanos y ser buenos cocineros mexicanos. Y hay millares.
Posdata: Feliz cumple a Maido. Que Lima se llene de gente bonita que celebre a ese gran maestro y amigo que es Micha.