opinión

Panorámicas del servicio: Kinésica y proxémica

Dentro del equipo, un cruce de miradas o un gesto leve puede coordinar acciones sin palabras
viernes, 15 de noviembre de 2024 · 03:33

En la alta cocina, una experiencia no se define sólo por sabores o montajes perfectos. Es algo más profundo: un lenguaje invisible que conecta al comensal con el espacio, convirtiendo cada comida en un recuerdo imborrable. Así como el arte del chef se plasma en cada plato, el arte del maître se revela en cómo el comensal vive la experiencia, en cómo fluye cada interacción.

Este lenguaje trasciende los momentos con el cliente; abarca todas las interacciones, desde las que tenemos entre colegas, hasta la observación de las dinámicas entre comensales. Es ahí donde cobra sentido el “leer la sala” y adaptarse en tiempo real, logrando que el cliente sienta la certeza de que siempre tendrá “la mesa armada.”

La proxémica y la kinésica – el manejo de los espacios y de los gestos– son claves para crear esa experiencia fluida. La proxémica, o arte de manejar las distancias, es fundamental: un buen servicio no es acercarse cada dos minutos, sino observar sin invadir.

La kinésica –el lenguaje de los gestos– es igual de potente. Con movimientos seguros y una sonrisa genuina, un mesero puede transmitir calma al cliente desde el primer instante. Pero estos gestos no son sólo de cara al cliente; dentro del equipo, un cruce de miradas o un gesto leve pueden coordinar acciones sin palabras. Cuando el cliente está relajado, el equipo acompaña ese ritmo; si la energía sube, ajustamos la nuestra. Leer la sala implica saber observar estos detalles en todas direcciones.

Nuestros clientes saben que cada detalle importa y confían en nosotros para sus momentos clave. Por ejemplo, una intervención oportuna, como ofrecer una copa de vino en una conversación complicada, puede hacer la diferencia.

Consejo

Ajustar la energía al cliente. El cliente es el termómetro. Si está relajado, el servicio debe seguir ese ritmo; si hay celebración, el equipo eleva la energía en equilibrio.

Si tuviera que resumir lo que distingue a las grandes ligas, sería “detalle.” La proxémica y la kinésica no son sólo técnicas, son el lenguaje más efectivo para leer la sala y crear una experiencia en la que cada persona se sienta protagonista de su momento.

Otras Noticias