Opinión

Nube viajera: Mis instantes

Si comenzara de nuevo sí cambiaría cosas, pero honestamente hay mucho de lo que no me arrepiento, les guste o no les guste
viernes, 15 de noviembre de 2024 · 06:05

Ni tengo 85 años y mucho menos me estoy muriendo como el poeta dijo, pero me entretiene pensar qué más incluiría en los versos del poema Instantes de Borges. Sí, es bastante trillado ya lo sé, pero la verdad es lindo y ando sensible. El martes pasamos por ahí, a veces en casa cuando a las niñas y a mí nos tiene que dar el vientecito, queremos conversar o sólo recibir algo de solecito, salimos a caminar por el barrio. El trayecto casi siempre es el mismo, una, dos o tres manzanas dependiendo el día y la sensación, pero cuando caminamos más, pasamos por esa casa con una fuente en la entrada y en cuyos mosaicos se lee el poema del autor argentino. Nos detenemos y lo leemos. 

Si comenzara de nuevo sí cambiaría cosas, pero honestamente hay mucho de lo que no me arrepiento, les guste o no les guste. ¿Comería más helados? no, pero sí tendría una parrilla para cocinar a la brasa; ¿menos habas? no, porque me encantan verdes y apenas cocinadas o enchiladas, secas y crocantitas. De lo que estoy segura es que tendría más problemas reales y menos imaginarios. Es que en serio, no olvidemos que hay niños que viven en las coladeras y nosotros en el absurdo de la queja y el no estar conforme. 

Cada vez me gusta más el ahora, menos la expectativa, hora por hora, minuto por minuto, yo no vivo cargando paraguas y paracaídas -aunque sí botiquín y muy profesional-, no he vivido -cito al poeta- sensata ni prolíficamente pero, en cambio, le gano seguro en mis incontables momentos de alegría, nunca me faltan.

Change expectation for appreciation he escuchado mucho por ahí, pura sabiduría. Borges a contrario sensu dice que intentaría no ser tan perfecto y se relajaría más, esos consejitos confieso que sí me hubieran servido de algo entenderlos antes de estar a punto de cumplir 51 años. Tirar cosas y no apegarse, hacerle caso a la vida cuando te saque a empujones de donde nomás no, sean proyectos, restaurantes, cocinas, afectos o pensamientos.

¿Más pan señora?, siempre sí y si hay con mantequilla de la que me gusta, mucho mejor, de esa que sabe, que engorda bonito y nos hace bonitas, de esa que me hace muy feliz. ¿Quisiera una copa de vino de la casa?, no gracias, más bien muéstreme su carta de vinos, siempre invitar, compartir, inspirar, pasarse de copas, alimentar el espíritu y nunca, nunca, comprarme zapatos baratos, no me gustan y no me alcanzan. Me gustan esos excesos como me gusta saber lo mucho que quiero a quienes quiero. 

Volvamos al poema y a cuáles otros versos incluiría: abrazar mi autenticidad y saber que me gusta a mí y con eso es suficiente, aprender desde muy joven a beber muy buenos vinos de Jerez, luchar contra mi aracnofobia y saber sentirme bien al estar cuidada cuide o no cuide yo. ¿Otros de mis instantes?: el amor bonito, más jardines y conocimiento de botánica y sin duda, tener gallinas en casa. No es mucho, es mío. 

Otras Noticias