¿Dónde acostumbras beber el vino? Las tendencias desde que comenzó la pandemia hace más de tres años han modificado los hábitos de los lugares donde se disfruta de esta bebida y en cualquier caso el consumo ha crecido.
Hay dos puntos base para gozar de una buena copa, ya sea en la comodidad de la casa o en el ambiente de un restaurante.
El auge del Ecommerce (páginas web dedicadas a la venta de vino) amplió las posibilidades de adquirir vino directamente del productor, de que llegue a casa directamente y el acceso a una mayor gama de etiquetas. En 2020 cuando el consumidor no podía asistir a restaurantes prefirió apapacharse en casa, una costumbre que quedo arraigada.
Las tiendas, supermercados e incluso algunos restaurantes que adoptaron venta para llevar han ido mejorando su oferta de la bebida, no sólo en el rango económico sino en categorías más altas y orígenes (países y regiones) menos conocidos.
El hogar propio o de alguien más se ha convertido en un pretexto para beber vino. No sólo para comer o cenar, sino para convivir con amigos, disfrutar de plataformas de streaming o para gozar el espacio propio.
Para muchos, en casa no puedes disfrutar de la gran experiencia que te puede dar un restaurante: el entorno, la calidad de los platillos, estar en un espacio diferente, contar con un servicio y cristalería que no hay en el hogar.
Los restaurantes padecieron no poder ofrecer lo anterior por un año y medio aproximadamente, pero hoy más que nunca un gran número de personas quiere estar fuera de casa tras el encierro. Probar recetas, conocer lugares y volver a degustar vinos en estos lugares.
Aquí hay personal experimentado, una carta con botellas seleccionadas de acuerdo a los alimentos y en muchas ocasiones etiquetas que no se venden en otro lado, en resumen, el restaurante ofrece exclusividad.
En últimos meses el concepto de wine bar, que se orienta sólo a vinos y a que la comida gire alrededor de ellos, atrae a la gente. Sus opciones son mayores a un restaurante e igualmente únicas.
Sin embargo, los centros de consumo también tienen sus “peros”. En muchos los precios de las botellas se duplican o triplican al de una tienda, obviamente el costo del servicio va incluido ahí, y además la oferta por copeo no siempre es buena o grande.
No importa donde se beba el vino, mientras se consuma. Yo soy más #TeamCasa que #TeamRest. ¿Y tú de qué equipo eres?