Opinión

Nube Viajera: Así somos los mexicanos

Soy de las que canta Rosita Alvírez y el corrido del Caballo Blanco, de las que pide al mariachi las de José Alfredo Jiménez y se siente Lucha Villa
viernes, 15 de septiembre de 2023 · 00:31

Como al estilo de las orquestas británicas, la de Minería esta semana en la Sala Nezahualcóyotl, -sí, esa imponente sede de música universitaria y puma-, abrió tocando el Himno Nacional. La reacción fue inmediata: todos de pie y con la piel chinita porque eso nos prende y nos enorgullece a los mexicanos. No somos los únicos, pero acá somos muy locales y septiembre -aunque muertos, Candelaria o Niños Héroes-, genera una energía muy especial donde se huele identidad nacional y vibra mexicanísima. 

Los de mi tropa, además, quizá se cuecen aparte. Tengo maletas llenas de vestidos de todas las tallas de china poblana, huastecos, muchos rebozos, y los más lindos recuerdos de la emoción de las niñas las madrugadas del 15 de septiembre siendo engominadas con trenzas y moños tricolores. Las fotos de ese día ondeando faldas tapatías con olanes las tengo todas. 

Para los que cocinamos son días de pensar en Calpan, en que se acaba la nuez de Castilla y en que ojalá la granada esté bien roja y dulce. Y en el sur puede ser con Castacán, en el Golfo con ostiones a la pimienta, en León con cecina crocantita y en el campo norteño con discada, unas cheves, pero todos, contagiados de México. 

¿Qué es eso del grito o de qué gritan en septiembre?, me preguntó una vez un extranjero que adora mi país. Es que hay que verlo para entenderlo, respondí. Es orgullo, es memoria, es tristeza, es borrachera, es tequila, es respeto, es bandera y es México en la piel.

Yo soy de las que canta Rosita Alvírez y el corrido del Caballo Blanco, de las que pide al mariachi las de José Alfredo Jiménez y se siente Lucha Villa. Yo soy de huevos a la mexicana, pescado a la veracruzana, tacos estilo Ensenada y trucha mexiquense. Busco los más hermosos huipiles y me parece elegantísimo portarlos con zapatos de tacón y la boca pintada, así como chachareo cucharas de palo de dimensiones gigantes para menear mi mole. Soy de las que busca vajilla michoacana igual que de Bavaria y considera el tequila Siete Leguas -blanco-, tan valioso como un buen Borgoña. 

En mi casa hay bandera izada en septiembre y durante todo el año, se desayunan tacos de sal, se es espiritual con ondita huichol y se consideran los erizos mexicanos los más ricos por ser nuestros. Vaya, mi papá usa corbata de charro.

Se ha hablado muchísimo sobre la compleja identidad del mexicano con su orfandad derivada de ser indio y ser español, o algo raro. Es que los mexicanos comemos bolillos p´al susto, conjugamos el verbo apapachar y gritamos ¡Viva México! a la menor provocación. Ya lo dijo Carlos Fuentes, en México se cree, con furia, con pasión, con desaliento. Así somos los mexicanos.