Opinión

Nube Viajera: De Monterrey y meteoritos

Los Rivera Río marcan nueva pauta en la ciudad. Tres hermanos que suben y suben rápido y cuya sonrisa me parece que es tan reconocida como su talento
viernes, 19 de mayo de 2023 · 01:00

La primera persona con la que recorrí Monterrey comiendo fue Lalo Plascencia hace más de diez años cuando los focos rojos de la seguridad local no eran alentadores pero el hambre y las ganas superaban cualquier coyuntura.

Una de esas noches cené en Pangea, aún ubicado en su original casa y, breve y tímidos,  conversamos Guillermo y yo por primera vez. Comí cabrito braseado, bebí Piedra de Sol y escuché historias de cocina norestense y de sopa de queso. La vida da vueltas, es circular pienso, y esa misma casa fue testigo después de un apretón de manos con el chef y el enólogo  -que no fueron fáciles-, para ver nacer Balero con dos etiquetas, un problema de marca y un entusiasmo desmedido. Y suerte, porque tuvimos suerte. 

De Monterrey me gusta la ondita de diseño. Además del sabor del ate de membrillo de Villa de Patos, siempre me pareció contemporánea su imagen. Lo sentí después al conocer Theurel & Thomas, el Bar Pinto, el nuevo Bread, y desde luego a mi sensei Nacho Cadena a quien debo admiración, respeto y mucha carrilla. Los regios son adelantados y aunque me da frío en sus restaurantes, me gustan, me gustan.

Hace mil años probé el chicharrón de la Ramos mientras escuchaba a Joan Roca hablar en Paralelo. Porque Monterrey se atrevió hasta a eso, a generar espacios de discusión en torno a la gastronomía en donde lo mismo hablaba Barbara Lynch que Thierry Blouet, Pablito Salas o Angel León.

¿Quién más y qué más en Monterrey?. Ludo y su cocina golosa y servicio de vino impecable. Hermanarme de mi hermano Alfredo Villanueva primero en XBox con Olvera tocando en tremenda fiesta -ese mismo día y ahí al ladito conocí la propuesta de Señor Tanaka con  tremendo producto de mar-;  y luego en Romero y Azahar con arroz meloso y mucho vino en copas Zalto. Inolvidable la escena de película con cantos gregorianos la primera vez que llegué a la Fonda San Francisco de Adrián Herrera y probé un mole de plátano y otras cosas con presencia de comino. Inolvidable.

Ahora me toca recorrer y entender -si tengo suerte- el Meteorito, un atropellado de carne seca al que le debo una visita y que hizo historia para el restaurante y para el planeta desde Chicxulub. Los Rivera Río marcan nueva pauta en la ciudad. Tres hermanos que suben y suben rápido y cuya sonrisa me parece que es tan reconocida como su talento. Llego a la décima temporada de Koli Cocina de Origen -Nido-, inspirada en los ilustres del noreste. Me gusta Monterrey, quiero cuajitos en La Enramada de Chuy, quiero tacos tiesos del otro Chuy. Quiero aficionarme a los frijoles con veneno. Me gusta Monterrey.

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