Opinión

Nube Viajera: Buenos augurios

Así hay rachitas, cargadas de proyectos, de días que requieren soluciones, de momentos en donde necesitas un abrazo
viernes, 24 de febrero de 2023 · 02:10

Los días han estado emocionantes. Ver la carita de una niña apachurrada y estar tejiendo con ella, abrazar apretadísimo a un cocinero que quiero y que me gusta cuando me platica que todos sus platos deben tener algo crocantito; o escuchar la impecable e inverosímil narración de Pedro y ese taco malísimo que no debió nunca existir. La historia del taco petulante, podríamos llamar al acto.

Así hay rachitas, cargadas de proyectos, de días que requieren soluciones, de momentos en donde necesitas un abrazo -y que me ofrecieron-, un Corton Charlemagne servido en Zalto o varias cubas bien hechas y en vaso delgadito, de boca ancha, como los que me traje de Madrid. Ya noto que la cuba con Bacardí anda conquistando nuevamente el mundo, gran legado chilango y pues cómo no, era evidente.

Fui con Armandito al San Ángel Inn y veíamos pasar gente y escuchábamos al pianista mientras tratábamos de resolver hipotecas, corazones y diseñábamos menú de pescado a la veracruzana, con arroz blanco y le pones, además de los chiles güeros, unas papitas cambray, le dije. Se me olvidó decirle que le regalaría aceite de oliva del que me dio Gaby, hombre cariñoso conmigo y generoso con ese caviar uruguayo que me presentó. Y Sud 777, qué lindo es volver. Comí un caracol muy particular que no he dejado de pensar. ¿Más calor entonces en la última partecita de la cocción?, no sé, quizá es sólo así, sensaciones más puras que no quieren o necesitan nada más. Ah, y dos pieles de animales me comí estos días, una de pollo y una de pescado, sufladas haciendo las veces de tostadas. No soy de esas pero me gustó. Hablé de Maco, del matrimonio, de Issey Miyake, del fenómeno Golden Goose y entre ello se paró el corazón cuando leí que se había hecho un tatuaje y se había cortado el pelo. Es que adoro el sentido del humor de mi amiga Paulina quien, por cierto, sabe de todo. Me gustó mucho el taco de cangrejo de concha suave de müi y confirmé el martes que no me gustan las micheladas y que el playlist de ese restaurante es el que podría escuchar en aquellas largas tardes en casa, con muchos vinos, pipianes o currys y, siempre, Affinois de postre.

Quiero aprender de Galápagos y preparar la mente para ahora que llegue con esas mujeres llenas de talento y de días emocionantes como los míos, en donde lo mismo hay que poner atención a la temperatura del termómetro de la hija, que de la banca de helado mármol del evento, o de ese Corton (que era perfecta). 21 volcanes de aquellas islas remotas sólo pueden convertirse en energía poderosa y muy nutritiva que creo que a muchas nos marcará. Gracias Pía. Y así sigue la corredera.

La noche del jueves el cielo citadino dejaba ver una luna como sonrisa a la que adornaban como aretes dos brillantísimas estrellas. Puro buen augurio, puro buen augurio.

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