Opinión

Nube Viajera: Buddleja Coriacea

El espectáculo comenzó con mashwa negra, cabuya, muña y corazón de res, ¿Así o más osado? Ella es Pía, y ese es Kjolle
viernes, 13 de enero de 2023 · 01:00

No sabía que era un árbol, resistente, de altura extrema, fuerte de alma y que tiene una brillante flor naranja. Ya dicen por ahí que todo se parece a su dueño, rubia, ambarina, dorada, reacia, taimada, dicen en las sierras del Pacífico mexicano. Guerrera, ella es guerrera.

Es probable que esté sugestionada pero cuando estoy por Lima veo más cosas amarillas. La comida, los ajíes, las casas de Barranco, los mosaicos de las bancas por donde corro viendo al mar y pensando tanto, las letras de aquel cuadro que me acompañó hace un par de mañanas escribiendo y viendo el mar y que juntas declaman: sé que te mueres por mi. Esa noche, también entendí los colores, las paredes, las servilletas y a ella, orgullosa danzando por aquella sala bien pensada con arquitectura prístina, acogedora y valiente. Ella es Pía, y ese es Kjolle.

El espectáculo comenzó con mashwa negra, cabuya, muña y corazón de res. ¿Así o más osado?. Plantas, fibras, órganos, me fascinaron los sabores de la obertura tanto como mi conversación con la mujer inteligente con la que departí. Otra mujer recia, poderosa, árabe y muy valiente con la que hacía un par de horas, cómo es la vida, me había tomado un Martini y habíamos llorado ambas.

Las piedra, el onyx, los granitos, los textiles, las fibras, en todo me fijé. Todo está bien pensado y se percibe libre, la mujer Pía León destila una construcción permanente de libertad y eso hay que aplaudirlo.

Comimos corvina, almeja, calamar, carrillera, sachapapa, vamos, nos comimos a Perú. Confieso que no le entiendo a una tartita de ollucos, yuca y papas, aunque mi paladar lo estudia, platica  con las sensaciones y conversa con mis dopaminas. Es solo que es ajeno, aunque es bueno, pero me divierte aprender con la boca. Cuando me pasa esto pienso, claro, y por qué ellos deberían entenderle a un taco de ahuautle.

En Kjolle me gustó que se presentan como flexibles, qué necesario serlo. El carácter flexible del ser humano está relacionado con la personalidad y permite aceptar nuevas ideas, adaptarse a nuevas circunstancias, qué importante y qué presente ha estado estos días en mi vida. En Kjolle se nota, pero sin empujes, sin calzador, libre y bien acomodado, el lenguaje de una mujer y una feminidad de las que a mi me gustan.

Me tomé un vino uruguayo que llamó mi atención. Me quería robar las cucharitas. Me emocionó ella y su discurso silencioso de, como dice mi padre, “quítate que ahí te voy”. Me gustó que me gustara lo que probé. Me sedujo ese plato de conchas y pepino melón con tumbo y charapita. Me encantó la palabra charapita. Y todo, en tonos afines a ella, al árbol de las alturas peruanas y su significado de fortaleza. Finalmente, el que de amarillo se viste, en su belleza confía.

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