Opinión
Nube Viajera: Rosa y mexicana
Parimos hace unas semanas a dos hermosas y rozagantes niñas. Balero de nombre, espumoso rosado y tranquiloPensé que a mi edad no iba a tener más hijos. Las tres que tengo suenan, saben y sienten como diosas griegas colmadas de ímpetu y una incansable forma de dar y de opinar. Qué bueno que salieron a su papá, digo yo.
Pero el chiste es a mis cuarenta y siete años; la vida me llevó a tener más, unos son proyectos, otros amigos, algunas son plantas y otros vinos.
Y así, parimos hace apenas unas semanas a dos hermosas y rozagantes niñas, porque eso son, mujeres. Balero de nombre, espumoso rosado y tranquilo respectivamente de segundo nombre, y apellidos muchísimos, González, Falcón, Ortiz, Ruiz. Es un hecho que saldrán bailadoras, echadas pa´delante, inquietitas, guapachosas y buenas cocineras, como todos sus parientes ascendientes.
Nos fuimos a crear nuevos hijos Balero al centro del país. Sin dejar de pensar en los valles de Baja California y sus cielos que vieron nacer a nuestro Balero blanco y tinto (la 2019 la más, más buena añada, pruébenla); Ezequiel Montes, Querétaro, y sus varietales de garnacha y tempranillo, para el tranquilo y, de garnacha y syrah para el espumoso rosado, fueron la cuna, no de la independencia, sino de nuestra propia revolución.
Me fascinan los espumosos (sería petulante aceptar públicamente que soy obsesa del champagne) y la parejita de espumosos blanco y rosado, -cuatitos diría mi abuela-, fácilmente podrían ubicarse como mis hijos predilectos. Una madre no debería decir eso, lo sé, pero en los vinos sí se me nota.
Colores rosita salmón (sí, pésimo para una chambrita), así son Balero rosado y Balero espumoso rosado. Alegres, frutalcitos, pero no tanto, secos como algunos de sus parientes y cachonditos como otros. Que si sandía, que si algo de cítricos, que si fresa confitada, que si ralladura de naranja, ya saben, el argot de los vineros; lo cierto es que soy nuevamente madre y esta vez, -como con las tres etiquetas anteriores-, nacieron para ser gozados por todos, creados para generar alegría, pensados solamente para que quien tome de ellos sea muy, muy feliz.
Coman y beban todos de ellas, les auguro enormes sonrisas.