Plantas y jardín

Esta planta florece todo el año y casi no necesita cuidados

Una planta muy famosa con flores que florecen casi todo el año, no necesita muchos cuidados y es ideal para decorar cualquier rincón de tu hogar.

Esta planta florece todo el año y casi no necesita cuidados
Ideal para el jardín o macetas, esta planta florece casi todo el año. Foto: Freepik / Imagen Ilustrativa / Canva

Tener plantas en casa suena hermoso hasta que una empieza a marchitarse y no sabes por qué. Regar, podar, mover de lugar… hay algunas especies que son muy delicadas y de plano no se te dan. Por suerte, existen opciones que no piden tanto y que aun así se ven preciosas todo el año.

Una de esas plantas que deberías tener en casa es la verbena. Si eres fan de The Vampire Diaries, seguro que el nombre te suena, pero no, no se trata de debilitar a los vampiros, sino de una flor real, que además de verse bonita en el jardín, también tiene propiedades medicinales. 

La verbena officinalis es una planta resistente, de flores pequeñas y colores intensos como el morado, violeta, rosado o blanco, que florece durante prácticamente todo el año. Aquí te contamos por qué deberías tener una en casa y cómo cuidarla para que siempre luzca increíble.

La verbena atrae mariposas por su agradable olor. Foto: Unsplash

¿Por qué tener verbena en casa?

Además, tiene un aroma ligero y agradable que atrae mariposas y abejas, lo cual ayuda a polinizar otras plantas de tu jardín. También puedes tenerla en maceta dentro de casa, siempre que reciba buena luz natural. Otra ventaja es que hay muchas variedades: verbena rastrera (ideal para tapizar suelos), verbena colgante (perfecta para jardineras) o la clásica verbena officinalis, conocida por sus usos en infusiones.

¿Cómo cuidar la verbena?

Luz y ubicación: A la verbena le encanta el sol. Así de simple. Colócala en un lugar donde reciba mínimo 6 horas de sol directo al día. Si es de interior, ponla cerca de una ventana bien iluminada.

Riego: No necesita demasiada agua. De hecho, odia el exceso. Lo ideal es regarla cada 2 o 3 días en primavera y verano, y solo una vez por semana en otoño e invierno. Asegúrate de que la maceta tenga buen drenaje.

Tierra y abono: Prefiere tierras ligeras y bien aireadas. Puedes usar sustrato universal mezclado con perlita. Abona cada 20 días con abono orgánico para floración, especialmente en época de crecimiento.

Poda: Cuando veas flores secas, retíralas. Así ayudas a que crezcan nuevas. Una pequeña poda ligera al final de la temporada también favorece que se mantenga fuerte y frondosa.

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