Un ambiente lleno de humedad no solo genera incomodidad, también puede convertirse en un gran problema para la salud y la estructura de tu casa. Espacios húmedos pueden favorecer la proliferación de moho, ácaros y bacterias, y esto puede desencadenar problemas de salud como alergias y molestias respiratorias, o deterioro en estructuras como muebles y paredes. Por eso es tan importante asegurarse de evitar la humedad excesiva.
Este aumento de la humedad puede deberse a muchos factores, por ejemplo, lluvias frecuentes, una mala ventilación, filtraciones de agua o incluso algunas actividades cotidianas como cocinar, lavar ropa o bañarse con agua caliente. Si el aire no circula correctamente en nuestros espacios, la humedad tiende a acumularse y adherirse a la superficie de forma progresiva, presentando así problemas en el techo, las paredes, nuestros muebles y otras estructuras.
Evitar que la humedad se concentre en ciertos espacios de nuestro hogar es clave si queremos mantener un ambiente saludable y adecuado. Y para eliminarla, existen muchas opciones. Actualmente, en el mercado puedes encontrar deshumidificadores comerciales, pero también hay soluciones caseras y económicas que pueden ayudarte a combatirla de forma provisional y efectiva mientras buscas soluciones más permanentes para eliminar este exceso de humedad.
El truco que te ayuda a eliminar la humedad del ambiente
Una de las formas más sencillas de eliminar la humedad en tus espacios consiste en utilizar sal gruesa. Debes de colocar una buena cantidad de sal gruesa en un recipiente amplio, como una bandeja o un plato hondo, y dejarlo en el área donde notes más humedad. Ya que la sal tiene la capacidad de absorber el exceso de agua, nos ayudará a reducir la sensación de humedad en espacios cerrados, sobre todo en partes de nuestro hogar como los clósets, los baños o las esquinas de las habitaciones.
Si lo que buscas es evitar la acumulación de humedad en paredes y habitaciones, es importante que ventiles tus espacios todos los días. Abre las ventanas por lo menos 15 minutos y evita secar ropa dentro de casa. También usa extractores en baños y cocinas cuando sea posible y evita colocar muebles grandes directamente pegados a los muros para reducir el efecto de la acumulación de la humedad en ellos.
Por último, toma en cuenta que si ya hay humedad presente en las paredes, lo primero es identificar correctamente la causa de este fenómeno, como puede ser una filtración o una fuga. Después, seca la zona lo mejor posible y limpia el área afectada con soluciones especializadas para la humedad. Deja ventilar y, después, lo recomendable es recurrir a pinturas antihumedad o consultar con especialistas antes de que los daños estructurales se vuelvan un problema más severo.
