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¿Cómo se limpian las patas de pollo para cocinarlas?

Las patas de pollo son un ingrediente popular en caldos y guisos, pero requieren una limpieza antes de ser utilizadas en la cocina, descubre como limpiarlas correctamente

¿Cómo se limpian las patas de pollo para cocinarlas?
Conoce el proceso correcto de limpieza de las patas de pollo antes de cocinarlas Foto: Shutterstock

Las patas de pollo son un ingrediente muy valorado en muchas cocinas mexicanas por su sabor intenso y su textura gelatinosa, ideal para caldos y guisos. Sin embargo, antes de cocinarlas, es fundamental saber cómo limpiarlas correctamente, ya que esta parte del ave suele estar en contacto directo con el suelo y puede acumular impurezas. Un buen lavado y preparación garantizan no solo un mejor sabor, sino también seguridad alimentaria.

En mercados tradicionales, las patas de pollo se suelen vender con piel gruesa y uñas, por lo que requieren más que un simple enjuague. Aunque su aspecto puede parecer poco apetitoso al principio, una vez bien tratadas se convierten en una base deliciosa para sopas o platillos típicos como el caldo de pollo con patas o los escabeches. La limpieza adecuada también ayuda a eliminar olores desagradables y facilita la cocción.

Además de la higiene, limpiar las patas de pollo correctamente permite aprovechar mejor sus nutrientes, como el colágeno natural que se libera al cocerse. Esta proteína es muy apreciada por sus beneficios para la piel, las articulaciones y la salud digestiva. ¿Quieres saber cómo se limpian? Sigue leyendo.

Foto: Shutterstock

¿Cómo se deben limpiar las patas de pollo?

El primer paso para limpiar correctamente las patas de pollo es cortar las uñas con ayuda de unas tijeras o un cuchillo bien afilado. Aunque no representan un riesgo para la salud, pueden resultar poco agradables al momento de comer, por lo que se recomienda retirarlas desde el inicio. 

Después, enjuaga las patas de pollo bajo un chorro de agua fría para eliminar la suciedad visible. Mientras haces esto, pon a calentar un litro de agua hasta que hierva. Una vez lista, sumerge las patas de pollo en el agua caliente. Este proceso ablanda la piel exterior, lo que permite retirarla con facilidad.

Retira las patas de pollo del agua caliente y comienza a pelarlas. Si notas que la piel aún está muy dura o difícil de quitar, vuelve a sumergirlas por unos minutos más hasta que la piel se vuelva más blanda y fácil de desprender. ¡Y listo! Con este procedimiento sencillo, las patas de pollo quedarán perfectamente limpias y listas para usarse en una gran variedad de platillos. Puedes disfrutarlas por sí solas con un poco de limón, sal y chile en polvo, o incorporarlas a recetas tradicionales como caldos, escabeches o guisados. Su sabor y textura las hacen una delicia muy apreciada en la cocina casera.

Foto: Shutterstock

 

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