Aunque parezca sacado de una película apocalíptica, el temor a una posible Tercera Guerra Mundial ha comenzado a inquietar a muchas personas, especialmente por la reciente tensión entre Estados Unidos, Gaza, Israel e Irán. Los conflictos armados, las crecientes tensiones geopolíticas y la inestabilidad económica global han llevado a más de uno a preguntarse: ¿Estamos realmente preparados? En medio de tanta incertidumbre, una de las formas más básicas y cruciales de prevención es asegurar lo esencial: el alimento.
En situaciones extremas, el acceso a alimentos frescos puede volverse limitado o incluso imposible. Por eso, armar una pequeña reserva con productos duraderos y nutritivos puede marcar la diferencia entre el caos y la tranquilidad. No se trata de entrar en pánico, sino de aplicar el principio de previsión: esperar lo mejor, pero estar listos para lo peor.
Tener un suministro básico de alimentos te da autonomía y margen de acción ante cualquier emergencia. Ya sea una guerra, un desastre natural o una crisis económica severa. Por ello, aquí en GastroLab te contamos qué alimentos deberías considerar y por qué para estar prevenidos en dado de una Tercera Guerra Mundial.

Alimentos básicos para almacenar en una crisis
- Enlatados y conservas: Atún, sardinas, frijoles, verduras, sopas y carnes enlatadas son una excelente fuente de proteína y pueden durar años sin refrigeración.
- Granos y cereales secos: Arroz, lentejas, frijoles secos, pasta y avena son económicos, saciantes y versátiles. Con una buena conservación pueden durar mucho tiempo.
- Alimentos en polvo y deshidratados: Leche en polvo, caldo de pollo, papas deshidratadas, frutas secas o deshidratadas y hasta huevos en polvo. Son compactos y fáciles de preparar.
Extras útiles para conservar energía y ánimo
- Barras energéticas, chocolates y miel: Dan energía rápida, no requieren preparación y duran mucho. También ayudan a mantener el ánimo en situaciones de estrés.
- Galletas, pan seco o tostadas: Ideales para acompañar otros alimentos y fáciles de almacenar sin refrigeración.
- Suplementos vitamínicos: Ante una dieta limitada, las vitaminas pueden ayudar a evitar deficiencias nutricionales graves.
No olvides el agua y la preparación
- Agua potable: Es lo más importante. Se recomienda almacenar al menos 4 litros por persona por día para beber, cocinar y limpiar.
- Filtros o pastillas purificadoras: En caso de que el suministro de agua sea interrumpido o contaminado.
- Recipientes herméticos y espacio fresco: Guarda tu reserva en un lugar seco, limpio y oscuro para prolongar su vida útil. Revisa fechas de caducidad y rota los alimentos si es necesario.

Estar preparado no es alarmista, es responsable. Y aunque todos esperamos que nunca llegue ese escenario extremo, tener una pequeña despensa lista puede darte seguridad y tranquilidad en tiempos inciertos.