Tener una planta como la manzanilla en casa puede ser una gran bendición si tenemos en cuenta que está llena de beneficios medicinales que podemos aprovechar para aliviar malestares comunes y fortalecer el bienestar general. No obstante, no es la única planta que puedes cultivar para aprovechar gracias a sus propiedades, y aquí te hablaremos de tres que usualmente suelen pasar desapercibidas pero que están llenas de efectos positivos para tu cuerpo.
Las plantas medicinales han sido utilizadas desde la antigüedad para ayudar a mejorar nuestra salud o incluso como tratamientos naturales ante enfermedades comunes sin tener que recurrir siempre a medicamentos comerciales. Y aunque la manzanilla es una de las más conocidas, existen muchas otras opciones que pueden ser de gran ayuda si las cultivas en casa y que, al cosecharlas, puedes utilizar para ungüentos, infusiones y toda clase de remedios caseros.
Las plantas de las que te hablaremos hoy son hierbas medicinales menos comunes, pero igual de poderosas, y que además pueden cultivarse fácilmente en macetas o pequeños jardines. Te diremos para qué pueden ayudarte, cómo aprovecharlas y además cuáles son los cuidados básicos que debes suministrarles para que crezcan de forma correcta, ya sea en un huerto dentro del hogar o en el jardín.

Ruda
La ruda es conocida por sus propiedades antiespasmódicas y digestivas. Se suele utilizar como infusión para aliviar dolores menstruales, problemas digestivos leves o cólicos, y para cultivarla solo necesitas suministrarle mucha luz solar y riegos moderados, evitando la tierra encharcada. Solo procura brindarle un espacio profundo para que sus raíces se desarrollen sin problema y evita el exceso, ya que puede llegar a ser tóxica.
Poleo
El poleo es una planta de la familia de las mentas y, por lo tanto, es excelente para tratar malestares digestivos como la indigestión, las náuseas o los gases. Además, tiene un sabor muy refrescante que puedes aprovechar fácilmente en bebidas e infusiones. Para cultivarla, procura colocarla a la semisombra y brindarle suelos húmedos, procurando regarla con frecuencia sin dejar que el suelo se seque por completo.
Árnica
Esta planta se puede utilizar tanto en forma de infusiones como en ungüentos que se aplican directamente sobre la piel. Es ideal para inflamaciones, golpes y torceduras, ya que ayuda a aliviar ligeramente el dolor muscular. Para cuidarla, procura que el suelo esté bien drenado y brindarle luz indirecta. Pero recuerda que se trata de una planta que no debe ser consumida, pues tiene ciertos efectos tóxicos importantes.