Traer una botella de agua reutilizable se ha vuelto parte de la rutina diaria de muchas personas. Ya sea de plástico, acero inoxidable o vidrio, es práctica, ecológica y te ayuda a mantenerte hidratado sin gastar de más. Pero hay un pequeño detalle que a veces se pasa por alto: lavarlas.
Puede parecer que, al solo llevar agua, la botella no necesita lavarse tan seguido. Al fin y al cabo, no tiene ningún ingrediente que manche la botella o afecte en su sabor. Sin embargo, los expertos han encontrado que no limpiarla con frecuencia puede convertirse en un verdadero foco de bacterias y hongos. Sí, aunque solo le pongas agua natural.
Así que si llevas días (o hasta semanas) rellenando la misma botella sin lavarla, tal vez sea momento de echarle un ojo. Por eso, aquí te contamos cada cuánto debes lavar tu botella, qué método es el más recomendable y por qué es importante no dejarlo pasar.

¿Por qué es importante lavar tu botella seguido?
Aunque parezca limpia, una botella reutilizable puede acumular microorganismos con el paso de las horas. Desde las bacterias que se encuentran en la boca, hasta los restos de humedad que quedan dentro después de cada uso, todo suma. Estas condiciones pueden dar paso a hongos, moho e incluso mal olor si no se lava correctamente.
Además, muchas personas tienen la costumbre de dejar la botella cerrada por largos periodos, lo que impide que se ventile y favorece la proliferación de bacterias. Y si usas popote o tapa con boquilla, el riesgo de acumulación aumenta aún más. Así que sí, sí es necesario lavar tu botella de agua con frecuencia, aunque solo tomes agua simple.
También influye el material de la botella. Las de plástico tienden a absorber olores y rayarse con facilidad, lo que crea pequeñas grietas donde se puede esconder la suciedad. Por eso, además de lavarla, es importante revisar que no esté dañada ni desgastada.
¿Cada cuánto se debe lavar?
La recomendación general de los expertos en salud y microbiología es lavar la botella todos los días. No importa si la usaste mucho o poco, o si solo estuvo en tu escritorio. Lo ideal es enjuagarla bien al final del día y dejarla secar completamente abierta. Si por alguna razón no puedes lavarla diario, al menos hazlo cada dos días como máximo, y siempre que notes algo raro: olor, sabor extraño o residuos en la base. También es importante lavarla inmediatamente si la dejaste con agua varios días sin usarla.
Para una limpieza efectiva, usa agua caliente con jabón y un cepillo de cerdas largas para llegar al fondo. Si tu botella es apta para lavavajillas, puedes meterla sin problema. Una vez a la semana, puedes desinfectarla con un chorrito de vinagre blanco o una mezcla de agua con bicarbonato.