¿Te consideras la señora de las plantas? Tener plantas en casa siempre da un toque bonito y natural, pero si compartes tu hogar con un gato, hay que tener mucho cuidado. Aunque muchas plantas parecen inofensivas, algunas pueden ser tóxicas para los felinos y causar desde vómito hasta problemas graves de salud.
Lo que hace más complicada esta situación es que los gatos son curiosos por naturaleza. Si algo les llama la atención, lo van a morder, rasguñar o incluso comer. Por eso, es necesario saber cuáles son las especies que debes mantener lejos del alcance de tus mascotas.
En esta nota te contamos cuáles son 3 de las plantas más comunes que pueden afectar a los gatos. Hoy en día son muy populares en la decoración, así que si tienes alguna en casa, mejor reubícala o cámbiala por una opción segura para mantener seguro a tu michito.

1. Lirio
El lirio es una de las flores más bonitas y llamativas, pero también es de las más peligrosas para los gatos. Todas sus partes —flores, hojas, tallo e incluso el polen— son altamente tóxicas para ellos. Si un gato ingiere una pequeña parte o simplemente lame su pelaje con polen, podría sufrir un daño renal severo.
2. Cuna de Moisés
La dieffenbachia, conocida también como “cuna de Moisés” o “amuletito”, es muy común en hogares por lo fácil que es mantenerla. El problema es que contiene cristales de oxalato de calcio, que al contacto con la boca del gato pueden provocar irritación intensa, inflamación de lengua y garganta, babeo y dificultad para tragar.
3. Potos
El potos (pothos) es otra planta súper popular porque sobrevive casi sin cuidados. Pero aunque es muy resistente, no es nada buena para los gatos. También contiene oxalato de calcio, lo que puede causar irritación en la boca, vómito y dificultad para comer si tu gato decide darle un mordisco.