La temporada de huracanes 2025 ya empezó en México, y lo mejor que podemos hacer es estar preparados. De acuerdo con la NOAA, este año se espera una actividad más intensa de lo habitual en el Atlántico. La temporada va del 1 junio hasta el 30 de noviembre, así que es importante anticiparse a cualquier situación.
Aunque no todos los ciclones tropicales llegan a convertirse en huracanes, su paso puede generar afectaciones como lluvias intensas, cortes de energía y hasta desabasto de alimentos en tiendas. Por eso, tener una mochila de emergencia bien equipada puede hacer la diferencia en momentos críticos.
Uno de los puntos clave es saber qué alimentos llevar. No se trata solo de llenar la mochila con lo que haya a la mano, sino de saber elegir productos que realmente te ayuden a sobrellevar este tipo de situaciones donde puedes quedarte sin luz, agua o acceso a tiendas. ¡Toma nota!

¿Qué debe tener un kit de emergencia?
Antes de entrar en los alimentos, estos son los elementos principales para preparar un kit de emergencia básico para huracanes:
- Agua potable (mínimo un galón por persona)
- Alimentos no perecederos
- Linterna y pilas de repuesto
- Botiquín de primeros auxilios
- Medicamentos personales
- Dinero en efectivo
- Identificaciones y documentos importantes en bolsas con cierre hermético
- Números de emergencia anotados
- Cargadores portátiles y un radio de baterías para seguir los avisos oficiales
Tener todo esto listo, en una mochila o caja fácil de cargar, puede ayudarte a reaccionar rápido si necesitas evacuar o quedarte resguardado durante varios días.

Alimentos no perecederos que sí debes llevar
Cuando se habla de comida para emergencias, no todo aplica. Hay que buscar opciones que no necesiten refrigeración, que tengan buena duración, sean fáciles de preparar (sin cocinar) y que aporten energía para el día. Acá va una lista práctica:
- Agua embotellada
- Latas de atún o sardinas (fáciles de abrir y comer)
- Galletas saladas o de avena
- Frutos secos y semillas (nueces, almendras, cacahuates)
- Barras energéticas o de granola
- Leche en polvo o en tetrapak
- Verduras enlatadas
- Cereal seco o en porciones individuales
- Pan tipo tostado o tortillas de larga duración