La temporada de mamey en México está por terminar. Esta es una de las frutas más queridas por su sabor dulce y su textura cremosa, además de su alto valor nutricional. Y si tú también quieres disfrutarla antes de que la fruta deje de estar en temporada, entonces debes de aprender a escogerla de forma correcta para que, cuando la compres en el mercado, siempre lleves a casa las mejores piezas.
Para elegir un buen mamey debes de buscar características muy específicas en la fruta, y no siempre es tarea fácil. A veces puede lucir perfecto por fuera, pero al partirlo te encontrarás con una fruta insípida, dura o no madura del todo. Por eso es necesario saber exactamente cuáles son los aspectos que debes observar para no fallar en tu elección.
Los consejos que te vamos a dejar aquí son tres claves sencillas que puedes aplicar la próxima vez que vayas al mercado o al súper a comprar un mamey. Así te puedes asegurar de que la fruta que escojas siempre esté en su punto perfecto, ya sea para un buen licuado, para un postre o simplemente para disfrutar de la fruta directa de la cáscara. Sigue estos consejos y compra ese mamey perfecto y dulce.

Cáscara
Un mamey maduro tendrá una cáscara opaca, de color marrón uniforme y ligeramente áspera al tacto. Si ves frutas que tienen manchas muy oscuras, grietas o partes hundidas, esto quiere decir que están maltratadas por dentro o demasiado pasadas. Recuerda: el tono de la piel en el mamey deberá de ser uniforme y evita aquellas piezas que estén maltratadas o que no tengan un aspecto áspero y maduro.
Prueba del pulgar
Puedes hacer una pequeña prueba con el mamey que quieres comprar para asegurarte de que está maduro. Presiona ligeramente la cáscara con el pulgar y, si cede un poco sin hundirse demasiado, esta fruta está madura. Si, por el contrario, la pulpa está muy dura, quiere decir que aún no madura; y si se siente demasiado blanda y se rompe con facilidad, entonces el mamey podría estar pasado y tener un sabor desagradable.
Revisa el tallo
La parte del pedúnculo o la zona donde el mamey solía estar conectado al tallo del árbol nos puede decir mucho sobre su madurez. Observa esta depresión y debe verse ligeramente abierta y húmeda. Si está muy seca o completamente cerrada, es muy probable que la fruta aún esté demasiado verde y, por lo tanto, te encontrarás con un mamey duro o insípido una vez que lo abras.