¿Sabías que puedes convertir tus tazas viejas en bellas macetas? Si tienes tazas cuarteadas, despostilladas o simplemente que ya no usas para tomar nada, no las tires. Puedes darles un segundo uso y convertirlas en pequeñas y decorativas macetas, mientras que al mismo tiempo reciclas y evitas desperdicios innecesarios en casa. Aquí te enseñaremos a hacerlo fácilmente.
Reciclar objetos en el hogar es una tendencia cada vez más popular, y no solo por ayudar al medio ambiente, sino también porque permite crear y dar un toque muy original y único a nuestros espacios. Las tazas, en este caso, pueden convertirse fácilmente en el hogar perfecto para cactus, suculentas o hierbas pequeñas. Solo necesitas tratarlas de forma adecuada para que funcionen como macetas.
Si quieres reutilizar tus tazas como macetas decorativas, es importante que estas tengan un sistema de drenaje para que las plantas que coloques en ellas crezcan bien, y es aquí donde entra el truco casero que te enseñaremos, que te ayudará a evitar romper las tazas al intentar hacerles un orificio en la base para que funcionen como macetas.
Truco para convertir tazas en macetas
Para pasar de una taza vieja a una maceta funcional, necesitas hacer un pequeño orificio en la base que permita el drenaje del agua cuando riegues tus plantas. El problema es que muchas veces, al intentar perforar el material de las tazas, estas terminan rompiéndose, sobre todo si son de vidrio o cerámica. Para evitarlo, solo tienes que poner en práctica el truco que te vamos a enseñar a continuación.
Lo primero que debes hacer es llenar un recipiente grande con mucha agua y sumergir completamente la taza que quieras perforar. Cuando la taza esté bajo el agua, colócala en una base firme y después toma un punzón, un clavo grueso o incluso la punta de un taladro. Comienza a perforar suavemente el centro de la base de la taza, sin movimientos bruscos, y poco a poco irás haciendo un orificio en el material. La presión del agua que rodea a la taza permitirá hacer el agujero sin que el material se quiebre.
Si vas a utilizar un taladro para hacer el orificio, toma en cuenta que solo la punta de la broca deberá estar sumergida en el agua, ya que este tipo de utensilios no son a prueba de agua y se descompondrán si la humedad penetra en el interior de la herramienta, llegando incluso a causar accidentes graves. Así que realiza este paso con mucho cuidado y tomando las medidas de seguridad adecuadas.
Una vez que tu taza tenga el orificio listo, simplemente sécala y estará lista para que la utilices como maceta. Agrega tu sustrato y la planta que vayas a colocar dentro. Así habrás reciclado una taza vieja y tendrás una maceta completa, útil, nueva y decorativa.
