Mantener tus vegetales frescos y en buen estado por más tiempo no solo te ayudará a ahorrar dinero, también te permitirá mantener una alimentación más saludable y reducir el desperdicio de comida en casa. Pero muchas veces, al comprarlos, se marchitan o se echan a perder antes de que podamos usarlos, incluso en refrigeración. Esto se debe a que no utilizamos los métodos correctos de almacenamiento.
Por eso es importante conocer algunos trucos sencillos de conservación que te ayudarán a mantener tus vegetales frescos y que puedas aprovecharlos cuando los necesites. Lo primero que necesitas hacer es lavar y desinfectar todos tus vegetales antes de guardarlos. No solo eliminarás residuos y bacterias, también te permite que los acomodes de inmediato y que estén listos para utilizarse cuando los necesites.
Una vez limpios, el truco está en saberlos guardar correctamente dependiendo del tipo de vegetal. Te dejaremos algunos consejos que puedes aplicar para que tus vegetales como el apio, las cebollas, las hierbas frescas o las zanahorias no pierdan textura ni sabor. Y lo mejor de todo es que no necesitarás elementos complicados o difíciles de conseguir: con lo que ya tienes en casa puedes lograr estos trucos fácilmente.

Apio y cebollas
Corta la base donde están las raíces y colócalos en un recipiente con una capa ligera de agua. Esto ayudará a mantener su hidratación natural y evita que se sequen o se pongan flácidos y demasiado suaves. Guárdalos así en el refrigerador y te podrán durar frescos hasta por dos semanas. Toma en cuenta que lo ideal es cambiar el agua cada par de días.
Hierbas frescas
Para conservar el aroma y el color de este tipo de alimentos por más tiempo, lo ideal es humedecer ligeramente un paño limpio y envolver las hierbas en él. Guarda este paquete en un recipiente hermético y después lleva a refrigeración. Este método ayuda a retener la humedad adecuada y podrás mantener en buen estado tus hierbas durante aproximadamente una semana.
Zanahorias y otros tubérculos
Cuando dejamos mucho tiempo las zanahorias en el refrigerador, estas tienden a perder textura y volverse gomosas. Para evitarlo, simplemente hay que cortarlas en trozos pequeños y guardarlos en un recipiente cubiertos totalmente con agua. Esto evitará que se sequen y ayuda a conservar su textura crujiente. Solo recuerda cambiar el agua cada dos días para mantenerlos frescos.