A pesar de que las fresas son de las frutas más populares en la cocina, también son de las más delicadas. Basta con un par de días en refrigeración para que comiencen a pudrirse o llenarse de moho, lo que puede provocar desperdicio y pérdida de dinero. Afortunadamente, existe un truco muy fácil que nos ayudará a conservarlas por más días en buen estado.
Las fresas tienen una piel muy delgada y tienden a retener mucha humedad. Por esto se crea un ambiente ideal para que los hongos se desarrollen y las bacterias proliferen en la fruta. Además, muchas veces no solemos almacenar de la forma adecuada este tipo de alimentos ni limpiamos correctamente nuestras fresas antes de refrigerarlas. Todo esto contribuye a su deterioro.
Pero no te preocupes, el truco que te vamos a enseñar hoy es bastante sencillo, y aunque es poco conocido, puede ayudarte a alargar la vida de tus fresas por varios días más. Solo necesitas un recipiente limpio, servilletas de papel absorbente y tu líquido desinfectante para frutas y verduras favorito. Si no tienes algún producto como este en casa, siempre puedes utilizar un poco de cloro diluido en agua para desinfectar tus fresas.

El truco para limpiar tus fresas y que éstas duren más
Lo primero que debes hacer es lavar las fresas bajo el chorro de agua para eliminar cualquier traza de hoja o tierra que pudieran contener. Después, debes colocarlas en un recipiente y agregar agua limpia y la solución desinfectante de tu elección. Toma en cuenta que productos caseros como el vinagre, la sal o el bicarbonato de sodio no son completamente efectivos para eliminar todas las bacterias. Aunque pueden ayudar, te recomendamos no utilizarlos ni mezclarlos con productos como el cloro o los líquidos desinfectantes convencionales.
Deja las fresas reposar por 5 minutos antes de escurrir el agua. Una vez listas, deberás aplicar el truco, que consiste en secarlas muy bien con papel absorbente. Como puedes ver, en realidad es un proceso bastante sencillo que te permitirá mantener tus fresas frescas por mucho más tiempo, ya que el exceso de humedad es lo que causa que estas se pudran más rápido. Seca muy bien las orillas y después colócalas en un recipiente hermético.
No olvides colocar un poco de papel absorbente en el fondo del recipiente donde coloques tus fresas. Esto ayudará a ir recogiendo la humedad que las fresas generan de forma natural y nos ayudará a que permanezcan en buen estado incluso dentro del refrigerador. Solo procura cambiar este pedazo de papel cada ciertos días para asegurar que se mantenga seco. Recuerda que si además quieres que las fresas duren por varias semanas en buen estado, lo ideal es congelarlas, pero este proceso debe de hacerse hasta que las fresas ya estén bien desinfectadas.