Cuando llega la temporada de lluvias, muchas personas suelen aprovechar para reducir su consumo de agua potable utilizando el agua de la lluvia en sus hogares, especialmente en actividades como el riego del jardín o el huerto. Usar este recurso representa muchos beneficios, no solo para tus cultivos, sino también para tu economía, ya que se trata de un elemento gratuito, abundante durante varios meses del año y mucho más amigable con el medio ambiente.
Utilizar agua de lluvia para el riego de tu huerto no solo te ayudará a reducir la factura del agua, también es benéfico para las plantas. A diferencia del agua de la llave, este recurso no contiene cloro ni otros minerales que pueden llegar a afectar la salud del suelo o interferir con el crecimiento de tus cosechas. De ahí que sea una excelente forma de cuidar tu huerto y aprovechar los recursos de la naturaleza de forma sustentable.
Recolectar agua de lluvia nos ayuda a fomentar una mejor conciencia sobre el uso responsable de los recursos naturales. En una época donde el cuidado del medio ambiente ha tomado una importancia particular, es de suma relevancia llevar a cabo prácticas que nos permitan realizar nuestras actividades del día a día sin afectar al planeta. Esta es una forma sencilla y efectiva de contribuir al ahorro de agua y así aportar nuestro granito de arena frente a la crisis hídrica que cada vez más afecta a distintas regiones del país.

Cómo preparar el agua de lluvia para tus sistemas de riego
Afortunadamente, el agua de lluvia puede usarse directamente en el huerto o el jardín. No obstante, es importante tener algunas consideraciones. Por ejemplo, puedes pasarla primero por un colador o una malla fina antes de incorporarla a tus sistemas de riego, ya que al recolectarla suele arrastrar hojas, ramas y otras impurezas. Este proceso nos evitará que los filtros, aspersores o mangueras lleguen a taparse.
Una vez filtrada, puedes utilizarla sin problema tanto en tus sistemas de riego automático como en métodos caseros, como los sistemas de riego elaborados con materiales reciclados. Este tipo de agua es perfectamente compatible con sistemas de riego por goteo, aspersión e incluso riego manual. Además, si la almacenas adecuadamente, el agua de lluvia estará a temperatura ambiente y libre de aditivos químicos, es decir, lista para integrarse directamente a tus cultivos.
Cómo almacenar el agua de lluvia de forma adecuada
Para aprovechar al máximo el agua de lluvia y utilizarla en tus sistemas de riego, lo ideal es recolectarla en contenedores limpios y con tapa. Esto evitará la proliferación de plagas o la entrada de residuos. Siempre es recomendable mantener estos recipientes en un lugar fresco y a la sombra, y con un poco de planificación, el agua de lluvia se convierte en un recurso valioso y práctico no solo para la temporada, sino también para los meses venideros.