Tener plantas aromáticas en casa no solo embellece el espacio, también ofrece beneficios prácticos, como contar con ingredientes frescos para cocinar o preparar infusiones. La menta es una de las hierbas más populares por su aroma refrescante, su sabor versátil y sus propiedades digestivas y relajantes. Además, es muy fácil de cultivar en espacios pequeños como balcones o ventanas.
Cultivar menta en maceta es ideal para quienes no tienen jardín, ya que esta planta puede crecer perfectamente en recipientes. De hecho, es recomendable mantenerla en maceta porque tiende a expandirse rápidamente si se planta en suelo abierto, lo que puede invadir otras áreas. Con los cuidados adecuados, podrás tener una planta frondosa y lista para cortar hojas siempre que lo necesites.
Si estás pensando en empezar tu propio cultivo casero, la menta es una excelente opción para principiantes. A continuación, te compartimos una guía definitiva con el paso a paso para que cultives menta en maceta con éxito, desde la elección del recipiente hasta el mantenimiento de la planta.

Elige la maceta y el lugar adecuado
Selecciona una maceta de al menos 20 cm de profundidad con buen drenaje. Asegúrate de que tenga orificios en el fondo para evitar encharcamientos, ya que el exceso de agua puede pudrir las raíces. Colócala en un lugar donde reciba luz solar indirecta o semisombra, ya que la menta no tolera bien el sol directo por muchas horas.
Siembra y riego
Puedes sembrar menta a partir de semillas, pero lo más fácil es hacerlo con esquejes o comprando una planta pequeña. Usa tierra rica en materia orgánica y mantenla ligeramente húmeda, regando cada vez que la capa superior del sustrato esté seca. Evita encharcar, pero tampoco dejes que se seque completamente.
Cuidados y cosecha
Recorta las puntas regularmente para estimular el crecimiento y evitar que florezca, ya que cuando la menta florece pierde sabor. Si aparecen hojas secas o amarillas, retíralas para mantener la planta sana. Puedes empezar a cosechar hojas cuando la planta tenga al menos 15 cm de altura; corta solo lo necesario para que siga creciendo vigorosamente.
Con estos sencillos pasos, podrás tener menta fresca siempre a la mano y disfrutar de sus beneficios en infusiones, platillos o como planta decorativa.