El aprovechamiento del agua de lluvia se posiciona como una solución sostenible y efectiva para el riego de cultivos, especialmente en los huertos urbanos o jardines domésticos, por lo que se representa como una oportunidad para recolectar este recurso natural y utilizarlo de forma eficiente, en el cuidado de árboles frutales.
A diferencia del agua potable, que suele estar tratada con químicos como el cloro, el agua de lluvia es más suave y está libre de sales y minerales que pueden acumularse en la tierra con el tiempo. Esta pureza la convierte en una opción ideal para regar, ya que mejora la absorción de nutrientes.
Descubre cómo puedes aprovechar el agua de lluvia para regar los árboles frutales del huerto urbano o jardín en casa y otros beneficios que tiene esta práctica con los que seguramente podrás convencerte que la captación de este líquido, es una de las mejores prácticas que hay para mantener con vida este espacio verde.
Cómo recolectar el agua de lluvia para el riego de los árboles frutales
Recolectar agua pluvial no requiere infraestructura compleja, basta con colocar recipientes amplios en zonas donde se canalice naturalmente la caída de agua, como canaletas, techos o terrazas, e incluso, en espacios abiertos dentro del mismo jardín y zonas exteriores del hogar.
Para evitar la proliferación de mosquitos o impurezas, se recomienda cubrir los depósitos y usar filtros caseros o mallas finas para filtrar posibles impurezas y que además pueda conservarse de mejor forma. Una vez almacenada, puede utilizarse directamente para regar árboles frutales, preferentemente en las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando el sol no es tan intenso.
Si ahora te estás preguntando qué beneficios podría tener, específicamente en este tipo de cultivos, pues en árboles jóvenes, el riego frecuente con agua de lluvia puede acelerar su crecimiento, mientras que en árboles maduros ayuda a conservar la humedad sin alterar el equilibrio del suelo.
También mejora en la calidad del fruto y algunos agricultores aseguran que el uso constante de agua pluvial, reduce el estrés hídrico de las plantas, lo que se traduce en frutos más jugosos, con mejor sabor y mayor resistencia a plagas. Es una opción que mejora la vida de los cultivos a largo plazo.
Aprovechar el agua de lluvia para regar árboles frutales no solo es una medida responsable, sino también una forma de reconectar con prácticas más sustentables que valoran el ciclo natural del agua y lo utilizan a favor de los espacios verdes cercanos en casa.