Aunque muchos asocian comer vegetales crudos con una alimentación saludable y natural, no todas las verduras se pueden consumir de esta manera, ya que algunas contienen compuestos que, en su estado natural, pueden ser difíciles de digerir o incluso resultar tóxicos. Por eso, es importante saber qué hortalizas deben pasar por el fuego antes de llegar a tu plato para consumirlas de forma segura.
Recientemente, este tema generó una gran controversia en MasterChef México, cuando un chef en proceso utilizó hoja santa cruda en una preparación. La hoja, que es conocida por su aroma intenso y su uso tradicional en la cocina de México, puede llegar a ser tóxica si se consume en cantidades grandes. No obstante, no hay ningún problema si la consumes de forma ocasional en algún platillo.
Toda esta situación provocó un gran debate en redes sociales sobre las críticas, pero más allá de las hierbas aromáticas, debemos tener en cuenta que hay verduras comunes que muchas personas podrían considerar inofensivas y hasta ideales para una ensalada, pero que, si se comen crudas, llegan a representar un riesgo grande. Aquí te vamos a contar cuáles son y por qué deberías cocinarlas antes de incluirlas en tu alimentación.

Papas
Las papas crudas no son por sí solas tóxicas, pero si no se almacenan adecuadamente pueden desarrollar manchas verdes que indican presencia de solanina, una sustancia natural presente en algunas solanáceas que llega a causar malestar estomacal, dolor de cabeza, náuseas e incluso intoxicaciones más severas. Esta toxina se puede reducir al cocinar la papa, por lo que no es recomendable comerlas crudas.
Berenjena
Al igual que las papas, la berenjena cruda también contiene solanina, aunque esta en menor cantidad. No obstante, su consumo sin cocción puede llegar a provocar irritación estomacal y malestar general. Afortunadamente, cuando las cocinamos al horno, las salteamos o las asamos, disminuimos las sustancias tóxicas presentes en esta hortaliza y podemos disfrutarla sin riesgo alguno.
Ruibarbo
Este vegetal no es tan común en la cocina mexicana, pero suele ser una planta bastante popular en postres alrededor del mundo. De este alimento se suelen utilizar los tallos, porque las hojas contienen ácido oxálico y otros compuestos que pueden resultar muy tóxicos para los riñones y el sistema digestivo. Incluso el tallo debe cocinarse de forma adecuada antes de poder consumirse, para poder suavizar su sabor y evitar molestias.
Crucíferas
Plantas como el brócoli, la coliflor o las coles de Bruselas no son tóxicas propiamente. En vez de ello, estas hortalizas son muy difíciles de digerir para muchas personas debido a la fibra insoluble y a los compuestos con azufre que aportan, lo que provoca gases, inflamación y pesadez. Pero si las blanqueamos o las cocinamos antes de consumirlas, reducimos estos molestos efectos.