¿Compras verduras muy seguido? La lechuga romana, por ejemplo, es una de las más versátiles y populares. Ya sea para preparar ensaladas, agregar a una torta o acompañar un platillo, la lechuga es básica en muchas cocinas mexicanas. Pero también es de esas cosas que, si no se consumen pronto, terminan marchitas en el refri.
Una de las preguntas que seguramente te has hecho es: ¿cuánto dura la lechuga en buen estado dentro del refrigerador? Porque sí, a muchos nos ha pasado que se ve bien por fuera, pero al sacar las hojas, ya están babosas o con mal olor. Para que eso no te pase, aquí te contamos todo lo que debes saber sobre su conservación.
Y, aunque el tiempo es muy importante en la conservación de los alimentos, también influye mucho en cómo se guardan. Desde el momento en que llega a casa hasta el recipiente donde se almacena, todo puede afectar su duración de vida. Así que si no quieres tirar comida (ni tu dinero), toma nota.

¿Cuánto dura la lechuga romana en el refri?
La lechuga romana, si se guarda correctamente, puede durar entre 7 y 10 días en el refrigerador. Lo importante es que esté seca, sin restos de agua, y en una bolsa o recipiente hermético. Si la compraste en bolsa y ya está abierta, lo ideal es consumirla lo antes posible, máximo en una semana.
Una señal clara de que la lechuga ya no sirve es cuando empieza a cambiar de color, huele raro o las hojas están demasiado blandas. Es mejor no arriesgarse a comerla en ese punto. En cambio, si sólo tiene una que otra hoja fea, puedes retirarla y conservar el resto si sigue firme y fresca.
¿Cómo conservarla por más tiempo?
El truco está en el secado. Si la lavas antes de guardarla (lo cual se recomienda), asegúrate de secarla bien con toallas de papel o una centrifugadora de verduras. La humedad es su peor enemigo, ya que acelera su descomposición. Aunque si ya has intentado de todo y aún así se echa a perder rápido, aquí te dejamos el truco para que la lechuga romana te dure más días.