Trucos de cocina

¿Cómo evitar que la lechuga romana se marchite rápidamente? Pon a prueba este truco

Descubre un sencillo truco de conservación que promete alargar la vida útil de la lechuga romana en el refrigerador, esto es lo que debes hacer

¿Cómo evitar que la lechuga romana se marchite rápidamente? Pon a prueba este truco
Aprende a conservar la lechuga romana Foto: Shutterstock / Especial / Imagen Ilustrativa

Para muchos, no hay nada más frustrante que abrir el refrigerador y encontrar una lechuga romana seca, con hojas blandas y bordes oxidados, pero este problema se debe a que no se conserva de la forma adecuada. Así que el día de hoy podrás conocer un truco de cocina para alargar su vida hasta por 15-20 días.

Este vegetal, básico en ensaladas y wraps, es tan popular como delicado, pues una mala conservación puede arruinar su frescura en cuestión de días. Sin embargo, con un tip infalible podrás mantenerla crujiente por más tiempo mientras se sigue un proceso de conservación sencillo.

Si te estás preguntando cómo evitar que la lechuga romana se marchite rápidamente, pon a prueba este truco inmediatamente y descubre la gran diferencia que habrá entre un vegetal que es almacenado de esta forma a otro que solo se guarda en una bolsa de plástico en el refrigerador.

Truco para evitar que la lechuga romana se marchite rápidamente

El truco es simple y no requiere utensilios especiales, al llegar del supermercado, se debe lavar bien la lechuga romana, separando las hojas una por una. Luego, se secan cuidadosamente con toallas de papel o en una centrifugadora de ensaladas para eliminar el exceso de humedad.

Una vez secas, las hojas se guardan en un recipiente hermético de cristal, intercaladas con servilletas de papel que absorben la humedad sobrante. El recipiente se coloca en la parte media del refrigerador o en el cajón en donde se almacenan las frutas y verduras. 

Según quienes lo aplican, este método puede conservar la textura y el color de la lechuga por hasta 20 días. Sin embargo, la clave está en controlar la humedad, así que deberás de cambiar las servilletas cada 2 o 3 días para evitar que las hojas se marchiten y al contrario de eso, puedan guardar su textura crujiente.

Cabe mencionar que aunque no es un truco milagroso, este método casero resulta sencillo, económico y efectivo, permitiendo que esa lechuga romana pueda durar por más tiempo para que sus hojas aún frescas sean las protagonistas de los platillos o preparaciones en casa.

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