Aunque la caída del cabello puede deberse a múltiples factores, como deficiencias nutricionales, cambios hormonales y hasta el uso excesivo de productos agresivos o herramientas de calor, también se puede evitar de forma natural si cuidamos la salud de nuestro cuero cabelludo con ingredientes orgánicos, siendo esto una alternativa efectiva y libre de químicos a otros productos convencionales.
Uno de los remedios más recomendados cuando se trata de la cosmética natural es el jengibre, que tiene propiedades estimulantes y antiinflamatorias que van a favorecer la circulación sanguínea en el cuero cabelludo. A su vez, esta mayor irrigación puede fortalecer los folículos pilosos, promover el crecimiento del cabello y, por supuesto, evitar la caída prematura de las fibras capilares.
Por eso, en esta ocasión te vamos a enseñar a preparar un remedio casero con el jengibre como la estrella de la mezcla, una solución sencilla y efectiva para complementar tu rutina capilar. Esta mascarilla de jengibre con aceite de oliva puede ayudarte a reforzar tu melena y darle un aspecto más saludable sin que tengas que gastar mucho y sin utilizar químicos agresivos.

Mascarilla de jengibre y aceite de oliva
- 1/4 de taza de jengibre fresco
- 4 cucharadas de aceite de oliva
Pasos
- Pela el jengibre y ráyalo hasta obtener una pasta suave.
- Mezcla muy bien con el aceite de oliva.
- Deja reposar la mezcla durante 30 minutos antes de utilizarla.
Cómo aplicar la mascarilla
Esta mascarilla debe aplicarse con el cuero cabelludo limpio, durante tu rutina de baño o limpieza. Una vez listo, colócala directamente sobre la piel, dando un masaje suave de forma circular, lo que ayudará a activar la circulación de la sangre. Deja reposar por 5 minutos y enjuaga con agua tibia. Toma en cuenta que deberás repetir el proceso una vez por semana para obtener mejores resultados.
Además del uso de mascarillas naturales como la que te enseñamos a preparar aquí, es importante mantener ciertos hábitos saludables que ayudarán a evitar la caída del cabello, por ejemplo: contar con una dieta rica en proteína, hierro, biotina y vitamina E, evitar el estrés prolongado, no abusar de secadores o planchas y masajear el cuero cabelludo con frecuencia.