Con la llegada de la primavera, muchos buscan aprovechar el clima cálido para plantar árboles frutales en casa, en patios, jardines o huertos urbanos. Sin embargo, una de las principales preocupaciones es el consumo de agua, especialmente en zonas donde hay escasez o se deben tomar medidas de ahorro. Por suerte, existen especies frutales que se adaptan bien a climas cálidos y secos, y que además ofrecen una producción generosa de fruta.
Cultivar árboles frutales resistentes a la sequía no solo ayuda al medio ambiente, sino que también representa una forma sustentable de obtener alimentos frescos. Estas especies requieren menos mantenimiento, crecen bien en suelos pobres y se adaptan a las condiciones del entorno sin grandes exigencias hídricas.
Si estás pensando en plantar un árbol frutal esta primavera y buscas una opción que no demande riego constante, aquí te presentamos tres especies ideales: resistentes, productivas y perfectas para climas secos o con lluvias escasas.

1. Granado (Punica granatum)
El granado es un árbol frutal que se adapta muy bien a climas cálidos y secos, siendo originario de regiones áridas de Asia occidental. Es ideal para primavera porque florece con fuerza y requiere muy poca agua para desarrollarse. Además, su fruto, la granada, es altamente nutritivo y puede consumirse fresco o en jugos, aportando antioxidantes y vitamina C. Tolera bien la sequía y su mantenimiento es mínimo.
2. Higuera (Ficus carica)
La higuera es otro clásico de zonas secas y calurosas. Su sistema de raíces profundo le permite encontrar humedad en suelos áridos, lo que la hace resistente a la falta de riego frecuente. Durante la primavera comienza su crecimiento activo, y para el verano suele estar cargada de higos dulces y suaves. Es una planta rústica, fácil de cuidar y perfecta para patios pequeños o jardines con poca agua.
3. Olivo (Olea europaea)
Aunque comúnmente se asocia con la producción de aceitunas, el olivo también es un árbol frutal que se puede cultivar en jardines y huertos caseros. Su resistencia a la sequía es notable y necesita poca agua una vez establecido. Florece en primavera y da frutos hacia el otoño. Además de su valor alimenticio, el olivo tiene una gran longevidad y un follaje atractivo, por lo que también aporta valor ornamental.