El aceite de oliva es uno de los ingredientes más preciados en la cocina, tanto por su sabor como por sus beneficios para la salud. Sin embargo, conservarlo de manera incorrecta puede hacer que pierda sus propiedades y que su sabor se deteriore más rápido de lo esperado. ¿Sabías que no cualquier sitio es adecuado para guardarlo?
Mucha gente tiende a colocar el aceite de oliva cerca de la estufa o en una repisa al alcance de la mano, pero esto puede ser un grave error. La exposición constante al calor, a la luz y al aire acelera el proceso de oxidación del aceite, provocando que se vuelva rancio y pierda su calidad mucho antes de la fecha indicada en su envase. El refrigerador tampoco es la mejor opción, ya que el frío puede alterar su textura y apariencia.

Beneficios del aceite de oliva
El aceite de oliva ofrece numerosos beneficios para la salud, incluyendo la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, mejora de la salud intestinal, ayuda en la pérdida de peso y prevención de la diabetes. También es un aliado para la salud de la piel, gracias a sus propiedades antioxidantes e hidratantes.
¿Quieres saber dónde se debe guardar el aceite de oliva?
De acuerdo con un estudio de calidad realizado por la Revista del Consumidor de la Profeco, el aceite de oliva debe almacenarse bajo ciertas condiciones para mantenerlo en óptimas condiciones y evitar que se eche a perder. Se recomienda conservarlo a una temperatura entre 13 y 25 °C.
Lo ideal es guardarlo en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa, como una despensa cerrada o un gabinete lejos de fuentes de calor. Así se protegen sus propiedades y se prolonga su vida útil, manteniendo su aroma, sabor y beneficios nutricionales. Aunque el aceite de oliva puede durar bastante tiempo, no es eterno. Incluso almacenado correctamente, lo mejor es consumirlo en un plazo de seis meses a un año para disfrutarlo en su mejor estado.