Si eres amante de las plantas, sabes que no hay nada más gratificante que verlas florecer con fuerza, color y vitalidad. Sin embargo, muchas veces no basta con regarlas y darles sol: también necesitan un pequeño impulso para crecer sanas y llenas de vida. Ahí es donde entra el fertilizante, un aliado esencial para nutrirlas desde la raíz.
Los fertilizantes orgánicos se han convertido en la opción favorita de muchos jardineros y aficionados a la botánica. A diferencia de los químicos, estos productos naturales enriquecen la tierra de forma sostenible, sin alterar el equilibrio del ecosistema. Además, mejoran la estructura del suelo, fomentan la vida microbiana y hacen que tus plantas reciban nutrientes de manera más eficiente.
Pero entre tantas opciones disponibles (desde compost casero hasta tés de estiércol o mezclas de cáscaras) hay uno en particular que ha demostrado ser el más completo, accesible y fácil de conseguir. ¿Quieres saber cuál es el mejor fertilizante orgánico para que tus plantas no dejen de florecer? Sigue leyendo.

La respuesta es fácil, el mejor fertilizante es: el agua del arroz lavado. Así que no la tires, porque puedes utilizar el agua blanca que deja el arroz cuando lo enjuagas varias veces, como un fertilizante natural que cuenta con potasio, fósforo y magnesio que son todos los nutrientes esenciales para el desarrollo, floración y crecimiento de las plantas.
Seguro, te estás preguntando ¿cómo es posible esto? Bueno, esto es gracias al almidón que queda en el agua donde se lavó el arroz ya que está cargado de los nutrientes que hemos mencionado. ¿Y cómo se utiliza? Primero a esa agua blanca que queda al enjuagar el arroz, debes de colarla para evitar que un trozito de arroz se vaya, y solo debes colocarlo en la tierra de tus plantas y listo, así evitas tirar esta agua de color blanco y le sacas todo el provecho, haciendo que tus plantas o tu huerto florezca y crezcan demasiado