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Ya no batalles, estos son los mejores sartenes para cocinar ¡No se les pega nada!

Olvídate de los alimentos pegados al sartén y de utilizar cantidades masivas de aceite, estas opciones son muy fáciles de usar y te durarán por mucho tiempo.

Ya no batalles, estos son los mejores sartenes para cocinar ¡No se les pega nada!
Estas opciones te sorprenderán por su versatilidad Foto: Pexels

Si estás cansado de que tus alimentos se peguen al sartén cada vez que cocinas, probablemente es momento de revisar qué tipo de utensilios estás utilizando. Aunque los sartenes con recubrimiento antiadherente son una buena solución, muchas veces se pueden rayar fácilmente y requieren cuidados especiales. Afortunadamente, existen otras opciones igual de efectivas que, bien utilizadas, pueden convertirse en tus favoritos en la cocina.

Estamos hablando de los sartenes de acero inoxidable y los sartenes de hierro colado. Estas son excelentes alternativas para quienes buscan durabilidad, resistencia y una superficie que, con el tiempo, se vuelva completamente antiadherente sin necesidad de químicos ni recubrimientos especiales. Lo mejor de todo es que puedes utilizarlos para casi todo: desde freír un huevo, hasta dorar carnes, preparar vegetales o incluso meter al horno.

Estos sartenes tienen la ventaja de que puedes limpiarlos sin preocuparte por arruinar el acabado y, además, para lograr que se vuelvan completamente antiadherentes solo necesitas aprender a curarlos correctamente, justo como te enseñamos aquí. Verás que no solo duran muchos años en buen estado, también se convierten en herramientas versátiles que te facilitarán el trabajo en la cocina día tras día.

Estas opciones son muy duraderas y resistentes. Foto: Pexels / Farhad Ibrahimzade

Sartenes de acero inoxidable

Se trata de sartenes que no tienen ningún tipo de recubrimiento, pero con la técnica adecuada lograrás una cocción uniforme sin que los alimentos se peguen. Lo ideal es calentar muy bien el sartén antes de incorporar grasa, como aceite o mantequilla, y después el alimento. Esto va a generar una reacción que ayuda a que la comida no se adhiera, y son perfectos para cocinar sin tanta grasa, ya que no necesitarás demasiada para obtener la textura exacta.

En el caso del acero inoxidable, no necesitas curar de la misma forma que el hierro, pero puedes "sazonarlo" para mejorar su rendimiento. Simplemente calienta el sartén, añade un poco de aceite y déjalo al fuego medio por unos minutos sin que llegue a quemarse. Deja enfriar tu sartén y limpia con una toalla de papel. Esto logrará una superficie antiadherente en minutos.

Sartenes de hierro colado

Los sartenes de hierro colado o fundido son muy famosos por ser bastante resistentes y por su capacidad para retener el calor de forma pareja. Aunque suelen ser bastante pesados, ofrecen un desempeño increíble, sobre todo si están bien curados. Además, la sartén de hierro puede utilizarse para hornear, freír o cocinar directamente al fuego, en un asador o sobre leña. Nada se le pegará.

Para curarlo, necesitas seguir un proceso muy específico: limpia bien el sartén y sécalo completamente. Después, cubre con una capa delgada de aceite vegetal, colócalo boca abajo en el horno a 180° durante una hora y después deja enfriar en el horno. Repite el proceso un par de veces y, con el uso constante y este tratamiento, el sartén irá desarrollando una capa antiadherente que mejora con el tiempo.

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