Uno de los principales beneficios de plantar árboles es que producen oxígeno y purifican el aire, ya que absorben dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. A través de sus hojas, los árboles capturan este gas de efecto invernadero, que contribuye al calentamiento global, y en su lugar liberan oxígeno, esencial para la vida en el planeta. Además de los árboles frutales, existen variedades no frutales que también son comestibles y cumplen con la misma función de mejorar la calidad del aire. Acá te contamos cuál es uno de ellos.
A veces, los árboles más impresionantes no son los más grandes, ni los que dan frutos enormes. Un claro ejemplo es el bambú, una planta que, aunque parece modesta, tiene muchísimas cualidades que no todos conocen. Y sí, además de purificar el aire como pocos, también se puede comer.
El bambú se asocia mucho con Asia, especialmente con China y Japón, pero también crece en varias zonas de México. Es una planta versátil que se usa para construir casas, hacer muebles, fabricar papel e incluso preparar alimentos. Sorprende saber que, a pesar de ser muy resistente, es una de las plantas que más ayuda al medio ambiente. ¿Ya lo sabías? Sigue leyendo y conoce más sobre este impresionante árbol.

¿El bambú limpia el aire?
Pocas personas no saben que el bambú genera más oxígeno que muchos árboles comunes. También ayuda a absorber grandes cantidades de dióxido de carbono y a mejorar la calidad del aire en espacios urbanos. Y si eso no fuera suficiente, sus brotes son comestibles y se usan en varias recetas alrededor del mundo.
Aunque técnicamente es una gramínea gigante y no un árbol como tal, el bambú puede llegar a medir hasta 30 metros de altura. Su capacidad para generar oxígeno se debe a su crecimiento rápido y a que realiza la fotosíntesis a toda velocidad. Se estima que produce 35% más oxígeno que otras especies arbóreas.
Además, ayuda a fijar el suelo, evitando la erosión, y se adapta a climas diversos. Esta planta puede crecer en condiciones húmedas o secas y en suelos pobres, lo que la hace ideal para reforestar y recuperar ecosistemas dañados. Muchos expertos lo consideran uno de los recursos vegetales más valiosos del planeta.
¿El bambú se puede comer?
Sí, también se puede comer. Uno de los datos que más sorprenden del bambú es que sus brotes jóvenes son comestibles. En la cocina asiática son muy comunes, sobre todo en platillos como el ramen, guisos al vapor o salteados. Tienen un sabor suave, ligeramente dulce y una textura crujiente muy particular.
Eso sí, no todos los tipos de bambú se comen y es importante cocinarlos antes de consumirlos, ya que crudos pueden contener compuestos tóxicos. Una vez hervidos, son seguros y se convierten en una opción nutritiva y baja en calorías. Son ricos en fibra, potasio y antioxidantes.