Cada 22 de abril celebramos el Día de la Tierra, una fecha que nos invita a reflexionar sobre nuestro impacto en el planeta Tierra, así como a tomar medidas concretas para proteger el lugar donde vivimos. Una de las acciones más efectivas y accesibles que podemos llevar a cabo de forma personal es plantar árboles, ya que estos son grandes aliados en la lucha contra la contaminación y el cambio climático. Además de absorber el dióxido de carbono de la atmósfera, los árboles producen oxígeno, ayudan a regular la temperatura y ofrecen refugio a todo tipo de criaturas. Por eso es que resultan tan importantes para el ecosistema, no solo en la naturaleza, sino también en las ciudades.
Aunque muchos árboles ornamentales destacan por su capacidad para generar oxígeno, también hay algunas especies frutales que cumplen esta función y que, al mismo tiempo, nos ofrecen la posibilidad de disfrutar alimentos naturales. Tener estos árboles frutales en jardines, patios o pequeños huertos urbanos es una manera de reconectar con la Tierra y ayudar al bienestar ambiental sin tener que realizar acciones complejas o a gran escala.
Al elegir los árboles frutales, es recomendable optar por aquellos que tengan un follaje denso, que tengan crecimiento rápido y, así mismo, también una buena resistencia, ya que son factores que influyen en la capacidad de fotosíntesis de cada árbol. A continuación, te vamos a compartir tres especies frutales que pueden destacar por su aporte de oxígeno, así como sus cuidados sencillos. Es por ello que son ideales para sumar a tu entorno sin problema.

Mango
El árbol de mango es excelente si lo que buscas es un cultivo frutal que también actúe como un purificador del aire. Conforme madura, desarrolla una copa amplia y bastante densa, con hojas largas y brillantes, lo que contribuye a una mayor superficie de fotosíntesis. Es decir, este es un buen productor de oxígeno. Además, se adapta bien a climas cálidos y requiere un riego regular solo durante sus primeros años. Con suficiente sol y un suelo drenado adecuadamente, puede alcanzar una gran altura y dar abundantes cosechas cada temporada.
Cítricos
El limón, la naranja o la mandarina son árboles que no solo son valorados por sus frutos, también por su capacidad de permanecer activos durante casi todo el año gracias a su follaje perenne. Estos estarán llevando fotosíntesis temporada tras temporada, lo cual aumenta su aporte de oxígeno. Además, son árboles compactos que no requieren demasiado espacio. Por ello, son perfectos para huertos urbanos o patios pequeños. Solo bríndales una buena cantidad de sol, podas ligeras y riegos regulares para producir fruta y oxígeno durante mucho tiempo.
Guayabo
El árbol de guayaba funciona como alternativa para quienes buscan resultados rápidos. Este árbol crece en muy poco tiempo, formando una estructura densa que favorece la absorción de CO2 y la liberación de oxígeno. Además, al llegar a la madurez, que es en pocos años, puede producir frutas muy nutritivas y aromáticas, sobre todo si se cultiva a partir de injertos, ya que el tiempo de espera para cosechar se reduce considerablemente. Bríndale climas cálidos, riego constante y una poda ocasional para fortalecer y mejorar su producción de guayabas.